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“El Partido Liberal y su nuevo socio: el fantasma de la Indecencia”

“El Partido Liberal y su nuevo socio: el fantasma de la Indecencia”

Por José Baruth Tafur G.

“Abogado

Especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña

Maestrante Comunicación Política

La política ha alcanzado nuevas alturas de ironía. El Partido Liberal, en un acto de desconexión y sin rubor ha decidido aliarse con Andrés Hurtado, el exalcalde de Ibagué, conocido por su gestión del "puente Fantasma de la 60", una obra que nunca se construyó y que los ibaguereños ven como la representación del cinismo y la desaparición del dinero público al entregar anticipos sin presunta justificación.

Ahora unidos con ambición de poder en la política en el municipio de Melgar y desafiando la transparencia, olvidándose de las necesidades del pueblo, omitieron cualquier concepto de decencia al buscar alianzas indiscriminadas y descaradas como lo es la compañía de Hurtado con su aliado el exalcalde Medardo Ortega sindicado por corrupción al direccionar el contrato del 'Sacúdete al Parque', con el que fue beneficiado el municipio de Armero-Guayabal, escándalo de ‘las marionetas!

En un capitulo aparte y con sorpresa es necesario expresar mis más sinceras felicitaciones al abogado Luis Felipe Aranzález, el mismo que hace unos meses fue un crítico acérrimo de la administración Aranda, el Dr.  Aranzález, quien en diferentes medios radiales locales manifestaba las irregularidades y denunciaba  la falta de planeación y anticipos presuntamente incorrectos del Puente fantasma de Hurtado de la calle 60´.

Felicitaciones por su contrato de prestación de servicios  N°599  firmado el 18  de febrero de 2025, en la secretaria de Planeación por valor de $108.000.000.00 millones;  de igual manera,  por su contrato N°056 por valor de $50.000.000 millones en el SETP. ¡felicitaciones!!.

Funcionó la estrategia aplicada en el gobierno de Guillermo Alfonso Jaramillo en el año 2017, parece haber encontrado en la administración municipal un nuevo escenario para sus talentos.

 

Así va nuestra política: fantasmas que cobran, escándalos que premian, y denuncias que ascienden. Y mientras tanto, el ciudadano común —ese ingenuo— sigue esperando que la decencia cruce por ese puente… que nunca se hizo

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