Llegó el fin de semana más esperado por los vendedores de cometas, por fin un lunes festivo, la fecha ideal para compartir en familia a las afueras de la ciudad donde los cables de la luz no enredan la multicolor que no solo lleva los sueños de los niños, también la de los padres que dejan ese instante en sus corazones al ver la inmensidad del cielo. 

Los vendedores saben que este es su verdadero agosto, han construido paredes multicolores de diferentes estructuras y tamaños, y aunque ninguna cometa tiene forma de tapabocas todas significan este año una palabra sencilla, libertad. 

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El viento sopla con mayor fuerza en este verano, las pitas o madejas como se llama al hilo varia dependiendo del presupuesto, pero se espera que tenga al menos unos 10 metros. En algunos barrios de la capital musical encontramos esos pequeños artefactos hechos con hojas de cuaderno que adornan el cielo y nos hacen recordar nuestra infancia cuando se compraba el papel, la goma y se recortaban los refuerzos en las partes claves de la cometa que se sincronizaba con el hilo del marco. 

Si el hilo del marco no quedaba preciso la cometa no levantaba vuelo, esta medida que se hacía a ojímetro requería muchas veces de los adultos para completar la misión de la cometa de papel, de periódico o para los sofisticados ya con otros materiales para hacer panderos con colas suntuosas. 

Hoy son pocos los que saben el arte de hacer cometas dijo Roberto Moreno al Cronista.co, la modernidad lleva a comprarlas hechas e ir a elevarlas, se acabó ese encanto y más luego de salir de pandemia, pero esta vez las cometas significan libertad, sobrevivencia, resistencia, y amor por la familia. 

Dicen que la primera cometa la elevaron los chinos por allá en los años 2.500 antes de Cristo y era un arma letal para la guerra, porque se usaba como dispositivo de señalización militar y para la observación meteorológica. 

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La cometa es tan importante en la vida del mundo, no solo porque aglutine a las familias, es por el desarrollo de sendas investigaciones y proyectos como el de Benjamín Franklin en 1752 que utilizó las cometas para investigar los rayos e inventar el pararrayo.

Las cometas siguen en el cielo y en 1894 los hermanos Wrigth construyen una cometa con doble cuerpo que sirve luego como base para la construcción de las alas de su avión, propiciando así el desarrollo de la aeronáutica hasta nuestros días. 

Ibagué se llena de visitantes, propios y extraños aprovechas los espacios como los del centro recreacional Comfenalco o el mismo parque deportivo y los alrededores de la variante del norte, si usted mira hacia el cielo ve no una sino miles de cometas que llevan los sueños de los niños, de las familias, que esperan que ese instante se repita todos los agostos como lo ha hecho la familia Molina por más de 30 años.  

El viento no siempre se mueve a nuestro favor, Winston Churchill nos lo recordó en una de sus intervenciones: “las cometas se elevan más alto contra el viento, no con él.