Destacadas
Carlos Orlando Pardo Rodríguez, un escritor latinoamericano

Carlos Orlando Pardo Rodríguez ganadador del premio Internacional de literatura Gustavo Adolfo Bécquer 2025.
Por: Humberto Villa Macías
Escritor y periodista peruano.
La decisión del jurado que otorgó en Madrid España, el Premio Internacional de Literatura Gustavo Adolfo Bécquer al escritor colombiano Carlos Orlando Pardo rodríguez, nacido en el Líbano, Tolima, tiene un significado y trascendencia a los que sus integrantes, talvez, no alcanzaban fundamento para razonar.
Y es que, junto a los logros internacionales obtenidos por William Ospina, este premio establece un punto de inflexión de la literatura que se hace en el Tolima y el eje cafetero, que se ha pretendido marcar en la frente con la cruz de ceniza de “la violencia”. Un fenómeno que en las letras se inició con La Vorágine (1924) y concluyó en Cien años de Soledad (1967).
Al contrario del camino hecho por otros escritores, que con una expresión menor han convertido “la violencia” en un ritual culposo y en una contabilidad funeraria, pretendiendo erigir al reformista Jorge Eliecer Gaitán en un “mesías catastrófico” y así, establecer ese ceremonial en eje de identidad nacional, grandilocuente y lleno de lugares comunes de un lenguaje que se atribuye la función de representar una realidad histórica, Carlos Orlando Pardo Rodríguez ha mantenido ese telón de fondo y buscando una voz mayor en el contexto latinoamericano.
La llamada literatura de la violencia, de Rivera a García Márquez, tiene el grande y único logro de echar las raíces de una literatura nacional y enterrar para siempre el formalismo de ultramar impuesto por el Eurocentrismo, el Usacentrismo y el centrismo como razón operacional.
Sin aferrarse al regionalismo dolorido ni al localismo que aplica la estrategia del avestruz que entierra la cabeza en el suelo y deja el cuerpo a la intemperie, al contrario, Pardo Rodríguez ha construido una obra sobre temas universales: la desmemoria, la soledad, el amor, la vejez, el derecho de habitar y la vindicación del acto simple de existir.
Desde los cuentos de su primer libro Las primeras palabras, determina el derrotero de sus historias que buscan la luz escondida en personajes que marchan entre la multitud. Hugo Ruiz Rojas, dijo con sabiduría que sus relatos se emparentan con el escritor norteamericano O. Henry, tienen la suficiencia del joven Hemingway, la angustia y tenacidad de Virginia Wolf y el desamor de García Márquez. Y yo también lo suscribo.
Su cuento breve ganador del Concurso del diario El Tiempo, en el que fue jurado García Márquez, Enrique Santos Calderon, Álvaro Bejarano y Nicolás Muescan, titulado El Gallero, de la habilidad de enlazar a los gallos de la literatura, la tradición oral, las supersticiones y la realidad convirtiéndolos en uno solo, tiene el profundo viento de quienes buscan una segunda oportunidad sobre la tierra.
Entonces, este premio internacional pone punto final a la diatriba de la literatura de la violencia y permite que, al fin, el Tolima a donde han ido refugiarse, esconderse y morir grandes autores nacionales (Jorge Isaac, José María Vargas Vila, Porfirio Barba Jacob, Álvaro Mutis), pero que debido su proximidad geográfica a la sombra y la retórica del poder político y la formalidad académica de una tradición acartonada que se miraba en espejo ajeno, sabanera, no configuraba una propuesta autentica, hace el meritorio rescate una gran callada voz.
Pues tenemos que considerar que los cambios, las voces de ruptura de la literatura de Colombia venían de la distancia fronteriza: la costa atlántica con El grupo de Barranquilla y Antioquia con Gonzalo Arango. Esta vez, viene de los estribos de la capital nacional, del Tolima.
Y llega, Pardo Rodríguez, a la novela con Verónica resucitada que es el relato de expiación de una vida que no fue y las razones domésticas de la que sí pudo serlo, del acto transgresor de ir a contracorriente y de entender los sueños como parte sustancial de la realidad, pero, que aquellos que creen como Dasiell Hammet que están hechos del amargo material tan pesado como el plomo, no aceptan y censuran.
- Continúa leyendo: Una larga historia de periodismo
De ese trayecto nace Los sueños inútiles o Lolita Golondrinas, una novela corta y vertiginosa narración sobre circunstancias simples, elaborada con una dicción que fluye a caballo entre la formación académica y la corriente oral, cuya solvencia literaria le permite que pueda ser leída en Buenos Aires, ciudad de México, Lima y Madrid, y seguramente, en el propio Macondo. Pues, la buena literatura en tanto arte, no es una representación, sino, una parte insustituible de la propia realidad.
Es entonces Carlos Orlando Pardo Rodríguez un escritor latinoamericano que, con humildad y trabajo, sin tragarse el anzuelo de la tragicomedia de vestirse de escritor, sino, escribiendo, que este premio Internacional Gustavo Adolfo Bécquer incorpora al conjunto de grandes creadores nuestros.- (Lima, Perú, marzo de 2025)
(CO) 313 381 6244
(CO) 311 228 8185
(CO) 313 829 8771