La Universidad del Tolima dio un paso decisivo al aprobar en segunda vuelta su nuevo Estatuto Disciplinario Estudiantil, un instrumento que redefine la manera en que la institución aborda los procesos disciplinarios y protege los derechos de su comunidad estudiantil. El documento incorpora un enfoque de género e interseccional, una demanda histórica del movimiento feminista de la universidad.

La aprobación se dio durante sesión del Consejo Superior, donde los integrantes destacaron que el estatuto consolida un marco regulatorio actualizado y coherente con las realidades del estudiantado. El texto establece procedimientos transparentes, tipifica las faltas académicas y convivenciales, y contempla de manera explícita aquellas relacionadas con violencias basadas en género. Además, define medidas proporcionales según la gravedad de cada caso y fortalece las garantías procesales.

María Paula Millán Aguirre, estudiante de Ciencia Política y representante estudiantil ante el Consejo de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes, subrayó que este avance “representa un precedente histórico en las universidades públicas del país, porque incorpora dos enfoques indispensables para comprender las vivencias del estudiantado: el enfoque de género y el enfoque interseccional”. Agregó que el documento también incluye un componente restaurativo que potencia la dimensión pedagógica de la institución.

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Durante la sesión, Yurany Prieto, delegada por la gobernadora como presidenta del Consejo Superior, resaltó que la aprobación del estatuto es resultado de un trabajo sostenido entre los estamentos universitarios, la Dirección Universitaria y las representaciones estudiantiles. Señaló además que el documento comenzará a aplicarse de inmediato en los procesos que involucren a la comunidad estudiantil.

Para los colectivos y espacios estudiantiles que participaron en su construcción, el nuevo estatuto sintetiza años de discusiones y articulaciones dentro de la universidad. “Este documento recoge las demandas, necesidades y perspectivas de quienes habitamos la institución. Llega después de un proceso largo, con muchas sesiones, y con voluntades dispuestas a escuchar y construir”, añadió Millán.

Con su entrada en vigencia, el Estatuto Disciplinario Estudiantil se convierte en una herramienta que actualiza la vida institucional y fortalece la convivencia desde un enfoque más humano, comprensivo y acorde con los desafíos contemporáneos.

*Realizada con información de la oficina de prensa de la Gobernación del Tolima.