Si hay una institución querida por los libaneses, ese es el Hogar San José. Su existencia es de más de 50 años y siempre ha estado cuidando del bienestar de las abuelitas y abuelitos del municipio.

Como la mayoría de instituciones de beneficencia que en este país tienen como propósito proteger a los más débiles, el Hogar San José a través de toda su historia siempre ha tenido que ingeniárselas para no desamparar a los abuelos.

Las monjas encargadas de su administración siempre se les ve acuciosas, con la Directora, la Madre Isabel a la cabeza, son incansables a la hora de promover actividades que les permitan obtener recursos, y de esa manera poder atender las necesidades más apremiantes del Hogar.

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En la actualidad el Hogar San José atiende más de 100 abuelitas y abuelitos y como nunca antes, atraviesa una de las peores crisis económicas. Y la crisis se ha profundizado aún más en el actual periodo del alcalde Jesús Antonio Giraldo.

El recorte de las transferencias que por ley tiene que girarle la Alcaldía al Hogar San José, esta administración las disminuyó en un 43%, lo que significa que sumados 26 meses que lleva la actual alcaldía, el Hogar ha dejado de recibir una suma cercana a los 300 millones de pesos, pero aparte de eso la Alcaldía ni siquiera gira de forma oportuna la otra parte de las transferencias.

En ese sentido, es tan difícil la situación que se vive en el Hogar, que en este momento a los empleados se les adeuda los meses de enero y febrero y ya inició marzo. Pero para colmo de males, la Alcaldía inició desde 2021 a través de la secretaría de Hacienda un proceso de cobro coactivo por impuesto predial sobre la edificación en donde funciona el Hogar.

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“La Alcaldía además de no cumplir con sus obligaciones de girar las transferencias ahora se viene con un cobro coactivo, eso es inhumano, sobre todo es injusto con”, le dijo a El Cronista.co un extrabajador del Hogar.

Para algunos, el comportamiento que viene asumiendo la actual administración municipal con esta institución es como si quisiera asfixiar el Hogar San José y de esa manera entrar a tener directo manejo sobre él.

“El Hogar San José es del Líbano y el Líbano lo quiere, y está dispuesto a no permitir que se le irrespete”, dice el abogado Gustavo Tolosa, quien se ha convertido en defensor férreo de esta causa.

Lo cierto de todo es que la mayoría de libanenses se cansaron del abuso y la desidia de la actual Alcaldía con esta institución, que históricamente le ha prestado un invaluable servicio  al municipio. Por ello este martes saldrán a la calle para decirle al Alcalde, que el Hogar San José se respeta y se respetan a sus abuelos, y a sus cuidadoras, las monjas y sus empleados, que como nadie cumplen la mejor labor social.