En un extenso comunicado, el partido ‘Dignidad’ hace una exaltación de la prolija vida de dirigente político de izquierda del arquitecto Julio Fernando Enríquez Miranda. Recuerda como en el año 1978, después que Julio Fernando sobresalió como líder estudiantil y haber culminado la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional, se contó entre los intelectuales que atendieron el llamado que les hiciera el dirigente del MOIR, Francisco Mosquera para que se desplazaran a las regiones del país para que establecieran contacto estrecho con campesinos y obreros, en la llamada política de “Pies Descalzos”.

Dice ‘Dignidad’, que “Julio atendió complacido la orientación partidista y se estableció en El Espinal, desde donde se conectó con los habitantes de los municipios del sur del Tolima, y fue recolector de algodón y maíz para organizar a los jornaleros agropecuarios”.

De esa manera, agrega, que el joven dirigente Julio Fernando Enríquez se vinculó con los trabajadores y empleados de Coltabaco, que tenía planta en El Espinal y acompañó las luchas del sindicato de maestros del Tolima, Simatol.

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Hacia principios de la década de los 80 se trasladó a Ibagué, donde asumió la dirección departamental del MOIR. En la capital del Tolima “participó en las lides electorales con gran entusiasmo y ayudó en la conformación del Frente por la Unidad del Pueblo FUP, el Polo Democrático Alternativo y el partido Dignidad”.

Además, estuvo como artífice en la organización de diferentes organizaciones como Unidad Cafetera, la Asociación por la Salvación Agropecuaria y Dignidad Agropecuaria Colombiana.

“Como arquitecto participó en importantes proyectos urbanos en Ibagué y El Espinal. Hizo parte de Comfenalco-Tolima como director de la División de Vivienda. Hizo parte de la Sociedad Tolimense de Arquitectos y desde allí estuvo en la veeduría a las obras del túnel de La Línea y planteó duras críticas al desarrollo de ese proyecto”.

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Destaca Dignidad que “Julio Fernando se distinguió por llevar un estilo de vida sencillo. Era una persona amable y de buen genio, fue siempre un compañero fraterno y solidario. “Haciendo honor a sus ancestros nariñenses, disfrutaba y hacía disfrutar a sus compañeros y amigos su gran gusto por la música, con quienes compartía, guitarra en mano, en sus reuniones y tertulias”.

“A su esposa María del Pilar Vargas Melendro y sus hijos María y Simón, a sus hermanos y demás familiares les hacemos llegar las más sentidas condolencias del partido Dignidad, de toda la dirección y militancia y, en especial, de su presidente, doctor Juan Manuel Ospina, y del senador y candidato presidencial Jorge Enrique Robledo”.