Por: Jaime Eduardo Reyes

De anuncios de inversión está escrita la historia del actual gobierno nacional.

El “nuevo” ministro de Transporte, Germán Cardona, se inauguró ante la opinión pública para su segundo periodo en el “Foro Infraestructura Terciarias, las vías de la paz”, organizado por el Diario La República el pasado miércoles 23 de Agosto, y como si estuviera empezando el cuatrienio de gobierno con mucha propiedad expuso que el programa de vías terciarias invertirá 1,5 billones de pesos. Por supuesto, muchas son las dudas y perspicacias que surgen de este anuncio.

La primera inquietud que surge es ¿se tiene un diagnostico de las vías terciarias en Colombia? Es muy probable que ni siquiera las alcaldías conozcan dicha información para sus localidades, y conociendo al Departamento Nacional de Planeación, algunos técnicos en el edifico de Fonade en Bogotá desde sus escritorios definirán las cifras, o en el mejor de los casos le pedirán a los alcaldes que hagan los diagnósticos con el fin de priorizar. En el foro se dijo que el 70 % de la red vial de Colombia son vías terciarias y sólo el 6 % están pavimentadas.

Obviamente este diagnostico tendrán que costearlo los alcaldes con presupuestos municipales que no tienen prevista dicha tarea. Ya sabemos lo que va a pasar, los alcaldes le dirán al Ministerio que no tienen la plata para hacer esos estudios y desde ahí mismo empezará un calvario para las alcaldías.

La segunda tiene que ver con la decisión de que a través de los Órganos Colegiados de administración y Decisión (Ocad) se destinen 600 mil millones de recursos departamentales que hasta la fecha están destinados para proyectos de ciencia y tecnología. El Ministro le planteó a los Gobernadores escoger entre vías terciarias o dichos proyectos. Desde otro ángulo de vista se puede afirmar que el Gobierno Nacional sólo cuenta con 900 mil millones de pesos para adelantar las obras.

Una suspicacia que surge es que al gobierno Santos solamente le quedan 11 meses antes de terminar, de los cuales siete, de noviembre a junio, estará en ley de garantías por cuenta de las elecciones de Congreso y Presidencia de la República. En términos sencillos, será muy difícil que durante este tiempo se adelanten los diagnósticos, convenios, y contrataciones requeridas. Y entonces ¿Cómo se asignaran los recursos y en donde se invertirán? Blanco es, gallina lo pone y frito se come, el mecanismo será el clientelismo y la corrupción. Bueno, ojala me equivoque.

Con lo anterior no quiero decir que no sea importante invertir en vías terciarias, todo lo contrario, no es sólo importante sino prioritario, pero ¿Por qué no se aprobó en la reforma tributaria “estructural” la propuesta de destinar los recursos de la sobretasa al ACPM para esto? Tal vez algún día nos cuenten.

Finalmente, es importante reclamar que de llegarse a realizar este programa la participación de las comunidades locales no sea solamente la de veedores sino que ellos merecen participar en la contratación y/o ejecución de las obras. Está demostrado que la participación comunal en este tipo de proyecto los hace más eficientes y transparentes. Ojalá este anuncio no sea otro conejo más a los alcaldes.