Por Fernando Moreno 
*Veedor cívico

Dijo la filósofa Hannah Arendt que la diferencia entre la mentira tradicional y la moderna equivale a la diferencia entre esconder y destruir. Pero el poder destructor se centra sobre los televidentes y los radio escuchas; también sobre quienes leen el periódico. Ellos no saben que es verdad y que es mentira porque les arruina esa facultad para discutir, debatir sobre qué es el bien y qué es el mal para participar en política. 

La derecha invierte millones de dólares en mantener esa falsa percepción, desde cuentas en redes sociales, desde naciones como Argentina y España porque por ejemplo desde México hasta Colombia "incluida Venezuela" han sostenido la falsa idea de que son narco gobiernos, que no hay separación de poderes cuando por ejemplo, para Colombia, se está terminando el sabotaje desde la fiscalía al poder judicial para impedir el juicio que llevaría a Uribe a ser condenado.

 Que no hay medicinas, que no hay citas, que no hay cirugías, que vivimos en medio de la inseguridad, como el medio perfecto para sabotear al primer gobierno progresista. Por consiguiente a esa narrativa, los candidatos de derecha acuden al Congreso de los EEUU a pedir un golpe de Estado y una invasión a nuestro territorio porque ellos en su discurso "dicen ser defensores de la libertad" y por ello entregarían el territorio colombiano a los gringos para invadir Venezuela.

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En redes sociales han sido atacadas las publicaciones de individuos progresistas con 2.000 millones de copias en el ámbito profesional, familiar y personal pero eso realmente no importa. Lo que si es evidente es en la forma y como dirigen el ataque al progresismo de Colombia o a la cuarta transformación en México como para citar solo dos ejemplos.

Es una verdadera invasión digital desde el extranjero que comanda desde la derecha a diario, desde la Argentina y que es dirigida por un periodista español Javier Negre. Por ello nosotros utilizamos las armas de la razón y la verdad para enfrentar la mentira.

Decir la verdad es una responsabilidad de todos; también de los periodistas que logran una gran audiencia, hasta los WhatsApp que se reciben de los grupos de familia o amigos, donde abundan zombis de  derechas "tías, primos, hermanos etc", por ello la responsabilidad para ir limpiando en dirección a los argumentos y no hacia las mentiras; porque se pierde mucho tiempo en desmontar mentiras que hablan del proyecto progresista que transformó la política en Colombia y que posiciona al Pacto Histórico nuevamente como la primera fuerza política en Colombia.

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La campaña sucia de los noticieros de radio y televisión es impuesta a la brava por la derecha colombiana propietaria de esos medios.
Callar en redes sociales solo les sirve a ellos, porque la mentira en vez de caer por su propio peso, se va solidificando al no responderle.

La política y la verdad hay que defenderla pues es responsabilidad de todos. Hay que defender el derecho a estar bien informados y se debe defender sobre la desinformación y la falsedad; por ello el pensamiento crítico es el arma para enfrentarse al engaño. El pueblo colombiano ya lo está entendiendo y por ello las encuestas hablan muy duro, por consiguiente pone en pánico a la derecha.