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Opinión

¿Un fascismo cristiano para la américa latina?

¿Un fascismo cristiano para la américa latina?

Con la payasada religiosa de encomendar al dios cristiano a todos los ilegítimos, espurios e insignificantes gobernantes actuales de Bolivia, país en que, obedeciendo el mandato imperialista, se impuso por parte de los mandaderos cipayos de la OEA, una administración política sumisa, subalterna y lacaya, en contravía de todo el ordenamiento jurídico y legal, pareciera que -con la puesta en escena de este tipo de comedia bufa- se cumple plenamente el sueño de la conquista y la colonización realizada por España  en América Latina; se trataría del  triunfo póstumo y total, de la cruz y de la espada, como lo pretendían los soberbios y arrogantes  "Reyes Católicos", infatuados y agresivos estandartes de la Contrarreforma y de la regresión feudal; héroes ficticios de esa España medieval, católica, apostólica, retardataria  y sistemática opositora de la Ilustración.

Ni Franco en la España falangista, que, a mediados del siglo pasado, con apoyo papal, buscó restablecer ese poder religioso, mediante la represión y la muerte, ni la hegemonía de los proyectos políticos de la derecha católica, ensayados en toda la América hispánica durante los siglos XVIII, XIX y XX, lograron una fusión tan completa entre Estado y religión.

En Colombia, por ejemplo, ni Rafael Núñez, que entregó la soberanía del país a las comunidades religiosas y al Vaticano, a partir del concordato de 1887, ni el monstruo Laureano Gómez con su gobierno católico, falangista y genocida, alcanzaron estos niveles de entrega y sumisión. 

Ahora se trata de un pleno amalgamamiento, de una total fusión entre las religiones y el poder político de una derecha tan ignara como criminal.

Actualmente estamos viendo, en toda la América Latina, la instauración de un nuevo tipo de absolutismo político-religioso, como el del "hermano" Jair Bolsonaro, presidente del Brasil, -quien se define como católico y evangélico a la vez- o la chistosa, católica y bíblica presentadora de televisión Janine Áñez quien funge como "presidenta interina" luego del golpe de estado realizado contra Evo Morales. Para completar el cartel de la descompuesta farsa politiquero-religiosa que hoy supuestamente "gobierna" o intenta gobernar, a la descuadernada América Latina, no sobra reseñar al cómico autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, quien orgullosamente afirma: “Yo creo que uno es una construcción de cosas. Yo nací y me formé en La Guaira, soy de Macuto, tengo formación ignaciana" (por Ignacio de loyola, creador de la Compañía de Jesús, baluarte de la Contrarreforma) es decir, se reclama jesuítico -"soy ingeniero, hice cátedra de honor en la UCAB" -Universidad Católica Andrés Bello. Privada-

Como podemos ver, se trata de la escenificación de una especie FASCISMO CRISTIANO, bajo el direccionamiento y el auspicio de la CIA y de otros organismos del imperialismo norteamericano, con la anuencia y el apoyo no sólo de los gobernantes cipayos, sino de unas masas populares, adoctrinadas e imbecilizadas previamente por las diversas iglesias, sectas y facciones cristianas que pululan en la región. 

En todo caso, no sobraría hablar de Colombia, país que añora la permanente consagración al Sagrado Corazón de Jesús, que fue instaurada mediante el Decreto 820 del 18 de mayo de 1902, y que realizaban los presidentes cada año a nombre de todos los colombianos. Si bien desde 1994 se derogó el decreto-ley, el abundante y poderoso clero, la etérea y evanescente "sociedad civil", los medios de comunicación que manejan la llamada "opinión pública" y hasta las "ingenuas" amas de casa, no cesan en su empeño por restablecer dicha consagración...

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