Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Opinión

Si

Si

Por: Juan Bautista Pasten G.


El presente documento constituye un homenaje y evocación del hermoso poema de nombre homónimo – “Si” – creado por el escritor británico Rudyard Kipling. Es una manera de dar a conocer a la presente generación tanto al autor como la riqueza de sus escritos. Al mismo tiempo, hemos querido, teniendo como sustrato el referido título, efectuar una percepción, examen y proyección de éste a la realidad actual.

Por lo pronto, en el texto señalado, el autor conversa con un niño, por medio del cual envía mensajes a la humanidad en su conjunto. Nosotros queremos expresar ideas y pensamientos que buscan ser asimilados y reflexionados por nuestros lectores, con el objetivo indisimulado de llamar a asumir una actitud crítica y autocrítica e instar a la acción transformadora de sí mismos y del entorno.

Demos paso, entonces, a nuestra propuesta, a la lectura reflexiva:

Si erradicas de tu mente y tu corazón todo atisbo de miedo, ¿qué harás?

Si el Sol que ilumina y fortalece el planeta Tierra, hiciera lo mismo con tu alma y espíritu, ¿Qué pasaría contigo?

Si tu hogar no fuera un sitio cerrado sino la plenitud de la Naturaleza, no la aniquilarás como lo haces hoy, sino que crecerás en armonía con ella.

Si dedicas mucho más tiempo a escuchar que a hablar, a dialogar que a discutir, muy seguramente las buenas relaciones humanas dejen de ser una utopía.

Si vives como lo hacen los niños, descubres que la existencia es solo un juego, uno donde no hay vencedores ni vencidos, sino solo la alegría de existir.

Si plantas muchos árboles, siempre tendrás un lugar de descanso y solaz al que acudir. Es más, si estos son árboles frutales, habrá melosos alimentos para fortalecerte y a quienes te rodean.

Si aprendes los beneficios de la observación y la meditación, harás de ellas un quehacer constante, pues posibilitan la serenidad y el bienestar interno e inducen al sosiego y la equidad social.

Si velas y proteges la naturaleza, estás cuidando de ti mismo y la vida planetaria.

Si descubres que el contenido es lo esencial, el continente es el abrigo protector de las acciones bondadosas.

Si ocupas tu tiempo en conocer y enriquecer el territorio, el mapa se convierte en misterio a develar.

Si caminas de la mano de los valores, tu existencia será una sinfonía serena, bella y ascendente.

Si la enseñanza valórica comienza en los hogares, la convivencia humana no requiere de imposiciones legales.

Si la ley es igualitaria para todas las personas, la justicia es auténtica.

Si el pensamiento crítico y objetivo se enseña desde pequeños, no existen seres adoctrinados ni sometidos.

Si cultivas el Amor, cosecharás frutos de sabiduría, bienestar y paz.

En consecuencia, hay que poner en marcha lo mejor de cada uno de nosotros, para que el Si que invita a participar y elaborar un mundo mejor, se convierta en Sí afirmativo, plenamente convencido de que nada puede detener a los hombres y mujeres valerosos, resilientes y perseverantes.

Sin duda, esos seres tienen la luz poderosa de la Vida en sus almas y están destinados, por tanto, a transformarse en arquetipos del Nuevo Mundo.

Todo es posible cuando tenemos a Dios en nosotros.

*Docencia e investigación en filosofía

       Universidad de Chile

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