Están ahora haciendo aspaviento por la venta de un bien inmueble que genera en estos momentos perdidas y no ganancias. Personero y diputados enfrascados en una pelea donde buscan es ganar adeptos, más no hay una reflexión real sobre el beneficio de salir de la sede Limonar del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué. 

Le puede interesar el Federico Lleras Acosta generó utilidad en el 2017

Con el dinero  de la venta de la sede Limonar, que fue comprada en el primer gobierno del actual gobernador Óscar Barreto Quiroga, se piensa de acuerdo al plan de mejoramiento del hospital Federico radicado en la Superintendencia de Salud hace más de 1 año cancelar en un 15% máximo deudas anteriores y el 85% restante para la adecuación y habilitación de nuevos servicios.

Los bienes son para los males, y en estos momentos tener ese elefante blanco donde solo están algunos funcionarios del área administrativa y la morgue no es negocio. Los costos fijos del mes a mes también consumen a la institución de salud y no es justo seguir pagando por algo que ni siquiera en un mediano o largo plazo permitiría mejorarla salud de los tolimenses en general.  

Se necesitan los dineros que le adeudan al hospital para seguir saliendo de la crisis y  no sería justo con estos dineros frescos pagar algo que tiene ya una sinergia propia entre acreedores y hospital. El gobernador también afirmó en medios de comunicación que recibir el hospital en estos momentos sería debido a los procesos jurídicos que hay en curso liquidar la institución, por eso no hay resistencia en la actualidad a seguir intervenidos. 

Vuelvo a recordar cuando se compró la sede del Limonar en algo más de 18 mil millones de pesos, se pensaba en mejorar en cobertura de servicios, pero no se logró y los costos fijos aumentaron en más del 100%, sumas que se reflejan en los balances de la época y que tienen enredado al secretario de entonces Diego Escobar Guinea a quien la Fiscalía investiga por ese suceso. 

La tutela entonces, bajo mi visión y las declaraciones de los diputados son respetables, pero se convierten en un canto a la bandera, más cuando se necesita de dinero para nuevos servicios, esos que el mandatario seccional Oscar Barreto Quiroga no quiso trasladar a la entidad desde el inicio de período indicando en la ordenanza que se usarán para los servicios de alta complejidad que dejan buen dinero a las IPS.