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Precandidatura de Petro abre el partidor del 2022

Precandidatura de Petro abre el partidor del 2022

Se podría decir que aún falta tiempo para iniciar la campaña política del 2022, pero es que la situación que vive el país y las regiones no da tiempo sino para pensar en el cambio de Congreso y de Presidente. 

El desespero y la profundización de la crisis en los diversos órdenes, especialmente en lo económico, político, de salud  y social, no da espera para irle buscando reemplazo a los que actualmente orientan los destinos de la nación, donde la crisis permanente del sistema neoliberal y ahora de  la pandemia han caído sobre los hombros de los sectores populares, especialmente la clase media y los trabajadores. Hay premura por salir del atolladero.  

Será un largo debate que abordará problemas fundamentales que desde hace años no tienen solución: violencia, corrupción, empleo, reforma agraria, salud, seguridad alimentaria, justicia, educación, medioambiente, entre otros. Cada posición política, según los intereses que represente, hará sus propuestas bien para cambiar verdaderamente o para seguir engañando como lo han hecho siempre. Cada quien es libre de escoger el camino que quiera. En las elecciones tendrán ofertas de todos los colores y sabores. 

En nuestro caso, nunca hemos sido indiferentes ante lo que sucede. Siempre hemos tomado partido y jamás hemos pertenecido a ese cómodo y falso neutralismo al servicio de los poderosos. 

Por eso, como socialdemócratas y librepensadores consideramos que esta precandidatura de Petro, entra en juego en el inicio de una campaña matizada por un baño de sangre que necesita de personas valerosas que denuncien y señalen responsables, que tomen posiciones al lado de los débiles como lo ha hecho este dirigente coherente desde que hace política. No obstante, el momento es de unidad y se deben convocar a diversas fuerzas y sectores, de centro-izquierda, inclusive de derecha divergente con lo que sucede, para formar un amplio movimiento capaz de enfrentar al régimen decadente que nos gobierna.

Se impone el tantas veces convocado acuerdo sobre la fundamental propuesto desde hace años por Álvaro Gómez Hurtado. 

En medio de su crisis moral y ética por la suerte de su caudillo detenido, el Centro Democrático tiene como estrategia tomar este hecho como bandera política, saltándose la división de poderes del Estado Social de Derecho, desconociendo los fallos de la Corte Suprema de Justicia que no le convienen, y salirle al paso a todos los demás procesos que tiene pendiente Uribe por diversos presuntos delitos cometidos a lo largo de su historia política.
Se quiere convertir un juicio penal en un caso político solo con dos objetivos: resguardar a su jefe en la impunidad como hasta hoy ha vivido, y segundo, hacer una campaña cabalgando en pro de un Estado autoritario y dictatorial estilo Franco en España o Mussolini en Italia, un proyecto político que tienen pensado para 30 años consecutivos. 

Para ello ya están proponiendo la Constituyente con el fin de reformar, entre otras cosas,  la justicia y tener un solo tribunal a su servicio, y consolidar así un solo poder, ya que tienen los órganos de control de su lado y el Congreso,  solo les falta poner el judicial. 

Así las cosas, la campaña de la ultraderecha empezó desde el pasado 5 de agosto, cuando la Corte Suprema impuso la medida de aseguramiento contra el exsenador y expresidente. 
Ahora surge la precandidatura antagónica, la de Petro, que es presentada por la Unión Patriótica, en la que el mismo líder de la Colombia Humana en la noche del sábado pasado aceptó, y dejó claro que se debe trabajar en la conformación de un amplio movimiento donde sin sectarismos, dogmatismos o exclusiones, haya el compromiso de cambiar la historia de violencia y exclusión desde hace más de 210 años, con la salvedad del lapso de Alfonso López Pumarejo, con su "revolución en marcha", donde el país comenzó a salir del feudalismo y los trabajadores y clases popular ganaron importantes conquistas sociales como las prestaciones sociales que gozamos hoy. 

Todo parece indicar que la próxima campaña estará matizada por tres frentes que a su manera buscarán el poder: el continuismo de la ultraderecha ofreciendo más de lo mismo y asustando con el castrochavismo, el comunismo y todo lo que se les ocurra para asustar a la gente; en segundo lugar, una corriente de un supuesto centro que se manifiesta en contra de la polarización pero que no fija posiciones claras frente a los hechos que ocurren y que puede terminar apoyando a cualquiera de los bandos que tiene definidos sus criterios políticos. 

Y finalmente, está el  sector de centro-izquierda que intentan formar diversas colectividades y movimientos sociales que están detrás de Petro, que buscan una amplia participación de masas  o ciudadanías que se empoderen de los cambios que necesita el país.

La campaña de 2022 ya está andando, y los indecisos y cómplices como Sergio Fajardo nunca nos han gustado, esperamos que surjan nuevos candidatos que se enfrenten a Petro en unas elecciones primarias de la centro-izquierda para escoger candidato único para enfrentar el establecimiento en esta decisiva jornada la historia del país: o seguimos en el continuismo del capitalismo salvaje o buscamos cambios sociales y políticos significativos que impliquen una ruptura con el pasado.

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