Por Felipe Ferro
*Presidente de la Asamblea Departamental del Tolima

En un país donde la carga del día a día ya es lo suficientemente pesada, el reciente aumento del precio del diésel por parte del presidente Petro encendió la mecha de la parálisis económica.

Colombia se enfrentó a un paro camionero que detuvo al país en seco, hasta el punto de que les mandó a la UDMO (antiguamente conocido como el ESMAD) a remover las protestas, he aquí otra de las mentiras de campaña, definitivamente una cosa es hacer oposición y otra es gobernar.

Primero, es importante aclarar que quienes salieron a las carreteras no eran los grandes empresarios, como erróneamente afirmó y satanizo el presidente Petro, sino los pequeños transportadores de carga: conductores de grúas, volqueteros y otros trabajadores de base del transporte. Esta estigmatización inicial obligó al Gobierno a reconocer finalmente la realidad de la protesta: fueron los empresarios de base los que se levantaron para defender sus derechos.

El presidente Petro, quien en el pasado alentaba a los transportadores a salir a las calles y tomar vías de hecho, hoy les da la espalda, aquellos que alguna vez fueron sus aliados en la protesta ahora encuentran un muro impenetrable en lugar de un interlocutor. Mientras los camioneros pidieron diálogo durante el paro, Petro parecía más dispuesto a conversar con los que siembran el miedo y la violencia en el país, como los narcoterroristas del ELN o las disidencias de las FARC. Para ellos, sí hubo tiempo y atención; para los miles de trabajadores del transporte, solo indiferencia.

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Es comprensible que el presidente Petro no haya prestado atención al paro de los transportadores porque estaba ocupado firmando las autorizaciones para alias “Firu”, quien ha sido designado como gestor de paz. Este individuo, conocido por su extenso prontuario delictivo, fue recientemente capturado en un retén en Antioquia con millones de pesos y armas en vehículos de la UNP teniendo orden de captura vigente, disfrutando de las mieles del poder, es decir la consigna en este gobierno es que, para ser considerado un gestor de paz, es necesario tener un historial de matón, asesino y delincuente, para financiar a estos “gestores de paz” es que necesitaban subirle entre otras cosas al Diesel.

De las cosas más preocupantes para mí, es que, en pleno bloqueo nacional por parte del gremio transportador, salió en alocución el presidente Petro en todos los medios nacionales, donde se esperaba que hablara del paro, pero, ¡oh sorpresa! nuevamente saca otra cortina de humo y comienza a hablarnos de chuzadas, de pegasus, aludiendo que el tema del paro no era de importancia nacional, Aaah? en serio este señor no tiene límites, me recuerda a un celebre expresidente cuando dijo “ese tal paro no existe”, y tal cual como ese expresidente termino reculando, mandando a su ministra a bajarse del aumento, y lógicamente no dándole la cara al gremio transportador que sin lugar a dudas es el que realmente puede parar al país.

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En este paro vimos la diferencia de país que concebimos, los ideológicamente de la derecha a los de izquierda, no vimos vehículos quemados, no vimos encapuchados, ni bombas Molotov, ni estaciones de Transmilenio vandalizadas, por el contrario, vimos a unos empresarios del transporte exigiendo las promesas del entonces candidato Petro, al hoy presidente.

Este gobierno perdió otra batalla, y mientras siga en esa dinámica dictatorial, antieconómica y lo peor de todo doctrinal, seguiremos viendo estos espectáculos que lo único que genera es una crisis económica de la que tanto vienen hablando los gremios.