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Oportunidades de la economía circular en la gestión del agua

Oportunidades de la economía circular en la gestión del agua

Al culminar el segundo año de la era Duque, el Gobierno Nacional en el ejercicio de desarrollar un capítulo del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”, ha tomado una serie de decisiones e iniciativas que generan confianza y augurios positivos para lograr la debida conservación, provisión y distribución de agua en los próximos años. 

Para poner el “dedo en la llaga” emitió recientemente el documento CONPES 4004 de 2020, “Economía Circular en la Gestión de los Servicios de Agua Potable y Manejo de Aguas Residuales”, en el cual se hace un balance sobre la importancia del sector de los servicios públicos de acueducto y alcantarillado y establece unas metas retadoras para mejorar en forma importante los indicadores del sector. 

Como objetivo principal del documento se propone mejorar las capacidades institucionales y de gobernanza, implementar un modelo de economía circular y desarrollar mecanismos de gestión de la información en la prestación de los servicios de agua potable y manejo de aguas residuales para garantizar la disponibilidad del agua en el largo plazo, y la prestación de los servicios de agua potable y manejo de aguas residuales en condiciones de calidad y continuidad.

Después de analizar algunas de las dificultades estructurales que padecen las regiones y empresas prestadoras de servicios públicos en el país, detalla algunos factores que han rezagado el sector, tales como; las debilidades y baja capacidad institucional y de gobernanza en la gestión de los servicios; deficiencias en la planeación y financiamiento de proyectos de obras “grises”; el déficit de los recursos sectoriales y la falta de incentivos  y restricciones normativas para el reúso de agua residual tratada, entre otros factores, hacen que el reto sea de voluntad política y financiera de proporción mayor.

El panorama del sector según el Censo Nacional de Población y Vivienda DANE de 2018,arroja que la cobertura nacional en acueducto en área urbana alcanzó un 96.0% y en alcantarillado un 92.6%.  Según Fedesarrollo en su último reporte señala que el Tolima alcanza en acueducto una cobertura urbana de 86.2% y en alcantarillado un 69.9% y preocupantes índices en el área rural, lo que permite evidenciar que todavía hay mucho por hacer en el territorio nacional y en especial en nuestro departamento.  

En cuanto a continuidad del servicio de acueducto se registra un promedio nacional de 22.5 horas/día, a pesar de que todavía en varios sitios de Colombia se registra un promedio de 10 horas/día tal como ocurre en municipios como Chiquinquirá, Bosconia, Anapoima, San Andrés y Buenaventura entre otras. En Índice de Agua No Contabilizada (IANC) en 2018 se registró un 41.4% promedio nacional cuando el nivel de pérdidas aceptable es 25% presentando una diferencia muy alta. 

Todo lo anterior aunado a factores como indebida planeación, déficit de recursos y demás dificultades generadas en la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado bajo un modelo de “Economía Lineal”, conllevan a que se proponga rediseñar el modelo hacia una “Economía Circular” de largo plazo a 2030 que induzca a fortalecer la gobernanza del recurso hídrico; fortalecer los procesos de planeación de los servicios; mejorar la gestión de los prestadores (empresas) de los servicios públicos; formular instrumentos para la regionalización en la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado; incrementar el tratamiento de aguas residuales; formular instrumentos para la regionalización de los servicios de acueducto y alcantarillado; fortalecer  y mejorar los procesos de planeación y gestión de los prestadores de servicios públicos, especialmente incrementar el tratamiento y reúso de aguas residuales y   fomentar innovaciones en cultura ciudadana y participación de la comunidad a través de Planes de Gestión Social efectivos y de alto impacto en la comunidad con la gestión eficiente y la protección del recurso hídrico.

Entre las metas propuestas en la brújula del Gobierno Nacional a mediano plazo, están las de aumentar en 50% el número de proyectos autorizados de reúso de agua residual tratada; reducir en 20.9 % el índice de pérdidas por suscriptor facturado; aumentar a 54.3 % el porcentaje de aguas residuales urbanas tratadas, todo para el 2022 entre otras actividades.   

No debe perderse de vista que de todas maneras los efectos generados por la pandemia COVID 19, en los esquemas financieros de las empresas prestadoras de servicios han sido determinantes para repensar su permanencia en el mercado, pues antes de esa etapa el 45% de éstos presentaba un nivel de riesgo financiero alto (más de 1.000) prestadores de más de 3.113 que hay en el país, afectados por la cultura de “no pago”, desorden administrativo, ineficiencias operativas, pérdidas y conexiones ilegales, a manera de ejemplo.     

En consecuencia, se propone que con el liderazgo del Gobierno Central, el Congreso de la República, las entidades territoriales (departamentos y municipios), el sector privado y los prestadores de servicios públicos realicen un esfuerzo mancomunado para mejorar la capacidad institucional de uno de los sectores que ha “sacado la cara” para enfrentar el monstruo de la pandemia y convertir la tragedia en una oportunidad para responder por uno de los principios esenciales de nuestro Estado de Derecho.    

En el caso regional se puede reflexionar en el mucho “por hacer”, y no seguir pensando en privatizaciones o reestructuraciones que tiendan a mantener el estado de cosas (statu quo) en las empresas, al contrario, que éstas nuevas orientaciones e instrumentos sirvan para    “pensar en grande” y darle paso al establecimiento de mercados regionales que integren y consoliden los servicios de acueducto y alcantarillado en beneficio de varios municipios con niveles de ineficiencia en cobertura, continuidad y eficiencia, además de estructurar sistemas de tratamiento de aguas residuales y reúso que genere arraigo regional y beneficio ambiental. ¡Veremos cómo nuestra clase dirigente, se pegan a la propuesta de economía circular en gracia de los usuarios y prestadores de servicios públicos del Tolima que tanto requieren apoyo!

 
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