Por Jesús Alberto Saavedra Barrios

A lo largo de los años en Latinoamérica, la protesta social se ha identificado como factor determinador en los procesos de transición social, económica y política de los países latinoamericanos. 

La amplia lucha juvenil, la reivindicación de los derechos y el inconformismo por políticas económicas, ha enmarcado la condición de las mismas. Tanto así, que ha sido un revulsivo coyuntural en las decisiones políticas y sociales de los países.

En Colombia y después de 1991, la protesta social se consolidó como un eje particular en la promoción de la lucha social. Su articulación con diferentes actores, fortaleció la reivindicación de los derechos y reafirmó como protagonistas a diferentes sectores del ámbito social.  Con la reafirmación de los actores en el ámbito social, los jóvenes se empoderaron de la protesta social y marcaron la pauta de la lucha juvenil. Incentivaron no solo, la causa propia. Sino, además establecieron un modelo de pugna no solo social, si no también política. 

En la actualidad y con las consecuencias resultantes de la pandemia, la crisis social se agravó.  Impulsando y promoviendo el descontento social en los jóvenes y los demás sectores, la lucha juvenil y social, pareció cesarse por los efectos de la crisis sanitaria en sus inicios. Pero el mal manejo de la política económica nacional y su modelo tributario, estimularon el malestar social en la ciudadanía. Fomentando así, una insatisfacción en toda la población nacional.  Motivo por el cual, los jóvenes saltaran a las calles de nuevo a protestar, sin importar la condición sanitaria global actual, por el covid 19.  Y liderando así, la lucha social que comprendía diferentes sectores inconformes por la realidad social nacional.

La lucha juvenil de la mano con la causa social, parecen tener efecto. Los jóvenes han logrado retrasar políticas regresivas. Frenaron la reforma tributaria, se archivó la reforma a la salud… entre otros.  Por eso, los jóvenes son y serán, el actor social más importante de la sociedad colombiana…

Eso sí, la protesta social nunca y jamás, puede ser violenta, ni vandálica. ¡Y por el contrario debe ser de ideas y soluciones!!!

* Abogado