Opinión

Por: Julio César Carrión Castro

Esta “izquierda” colombiana, comprometida simplemente con los procesos de la politiquería y el clientelismo, ya tan alejada de las movilizaciones populares y de las auténticas luchas por la revolución y el socialismo, nos acaba de presentar en Ibagué y en el departamento del Tolima, una comedia bufa, un ridículo sainete electorero, que demuestra su carencia de tesis e ideales y el más desaforado oportunismo de sus "dirigentes"...

Luego de escuchar sus planteamientos, expresados a plenitud y diáfanamente, por los activistas de las diversas empresas electorales de esa izquierda oportunista y acomodaticia, en las voces de estos prestigiosos revolucionarios de parlamento, de prensa y de academia que nos agobian, desde todos los medios de comunicación, terminamos por darnos cuenta que eso no es más que ornamento, adorno, retórica intrascendente, pues no están pensando en la ciudad, ni en la región, ni sus intereses son encauzar las quejas y necesidades de los sectores populares, sino, por el contrario hacer cábalas, acuerdos y, por supuesto, cuentas, con miras a obtener ventajas personales y grupales en siguientes elecciones.

Buscan, exclusivamente, ir estructurando el próximo escenario electoral, para ello plantean ficticios debates que les permitan establecer las alianzas estratégicas más convenientes a sus aspiraciones.

Estos avezados politiqueros  consideran un crimen, promovido por  extremistas "revolucionarios", llamar a la auténtica unidad de los sectores indignados e inconformes y por supuesto, para ellos no es conveniente  expresar tesis socialistas o anticapitalistas. No admiten que se llame a las movilizaciones populares, al abstencionismo, al voto en blanco o el rechazo general a la politiquería que se maneja con lujo de detalles, desde la Alcaldía y la Gobernación. Eso que es lo único que saben hacer en acatamiento a dichos gobernantes : campañas electoreras, para contabilizar prebendas, cargos y posibles contratos...

Estos aventajados teóricos mediáticos y faranduleros, que borraron de sus programas toda referencia a la lucha de clases y a la revolución solamente buscan, siguiendo las propuestas del Gatopardo, del príncipe Tomas de Lampedusa,  cambiar algo para que todo siga igual...

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