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La seguridad y convivencia ciudadana

La seguridad y convivencia ciudadana

 

Por: Jorge Ancizar Cabrera Reyes.

La democracia es una forma de ver el mundo. Es una cosmovisión. Todo orden social es construido, no es natural, por esos son posibles las transformaciones en la sociedad.

Un ciudadano es la persona capaz, en cooperación con otros, de construir o transformar las leyes y normas que él mismo quiere vivir, cumplir y proteger para la dignidad de todos.

El conflicto, la diversidad y la diferencia son constitutivos de la convivencia democrática, donde lo público se construye desde la sociedad civil, porque lo público, es aquello que conviene a todos de igual manera, por cuanto, una vida digna es ante todo una vida en la cual el individuo puede satisfacer sus necesidades básicas. Una vida digna es, también aquella en la cual el individuo pueda respetarse a sí mismo; dado que, solamente la atribución de derechos sociales puede garantizar la satisfacción de tales necesidades y, por consiguiente, ofrecer a todos los individuos las condiciones mínimas para la realización de una vida digna.

Desde cuando nace todo ciudadano debe ser educado en la familia, en la escuela, en la vida pública para convivir. Las viejas actitudes que llevan al desorden y la violencia se deben cambiar por actitudes acordes con los ideales o valores que hacen posible la convivencia, tales como: el reconocimiento de la dignidad humana, el respeto por los Derecho Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, la autonomía, la justicia, el diálogo, la solidaridad, la tolerancia.  Estos valores, que hoy se esfuerzan en fomentar las democracias mejor consolidadas, constituyen los cimientos de la convivencia; sin ellos no es posible garantizar la vida de las personas, ni la tranquilidad necesaria para lograr el bienestar individual y colectivo.

El problema de la inseguridad en que vivimos los colombianos es en buena medida, por falta de solidaridad para protegernos unos a otros contra la delincuencia, por no colaborar con las autoridades, denunciando los delitos.

La solidaridad no se agradece, se restituye promoviendo el desarrollo integral del ser humano; la solidaridad no se decreta, no se gestiona, se construye social y políticamente. La solidaridad es concreta, múltiple, variada, gratuita y comprometida.

La seguridad no se construye exclusivamente con represión, la identificación de la seguridad ciudadana con la del Estado ha implicado una visión militarizada del tema. Por ello se hace necesario establecer con claridad, cuales son las interrelaciones entre la seguridad ciudadana, la seguridad nacional y la seguridad del Estado; igualmente el problema de la seguridad implica un enfoque mixto, que tenga en cuenta tanto los factores estructurales como los coyunturales.

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