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Ese tal Covid no existe

Ese tal Covid no existe
En los primeros meses del año 2020 cuando escuchábamos noticias de Europa y su comportamiento contra la Covid19 escuchaba a la ciudadanía decir: no era que los europeos son los cultos, muchos brutos, animales, no se cuidan
 
Las cifras de muertos aumentaban exponencialmente y la caja de noticias revelaba cómo en España e Italia el número de contagios no tenía fin. Y seguíamos diciendo esos son muchos incultos. 
 
Luego Estados Unidos de América empezó a ocupar el primer lugar y se escuchaban comentarios, claro como se creen la última gaseosa en el desierto. Muchos animales, no usan tapabocas, y ese presidente los puso a tomar detergentes. Esos gringos si son la patada. 
 
Nada nos tocaba, éramos invencibles. Pero el confinamiento y el hambre despertaron en la ciudadanía, y ahora cuando apenas empezamos a subir para llegar al pico de la pandemia en nuestro país, se escuchan tantas excusas para no seguir las tres reglas de oro como son uso de tapabocas, distanciamiento social y lavado de manos,  para su no uso que inclusive rayan en lo ridículo. 
La excusa que más duele es la de culpar el cuerpo médico por su enfermedad, claro dijeron que murió de Covid19 porque eso lo paga mejor el gobierno, él no tenía ese bicho, eso se lo inventaron en esa clínica, ladrones. 
 
Eso tómese dos frascos de Invermectina, se pone malito del estómago, pero se cura. Ese bicho no le entra a usted por nada del mundo. Es que las multinacionales farmacéuticas no quieren que la tomemos porque se les acaba el negocio de la vacuna; que ya la tiene China y Estados Unidos, pero necesitan más tiempo para que no se den cuenta que ellos sabían de la enfermedad desde hacía como 10 años. 
 
Yo hablo con ella o él sin tapabocas porque a leguas se le ve que no tiene la enfermedad. Mire que tiene buen semblante y no sé, me genera buena vibra. Ella no la tiene, yo no la tengo, para qué usamos tapabocas. 
 
Abuela cuál es el problema, yo vengo de mi casa a la suya, para qué me pongo tapabocas y esa cosa de estarme bañando. Ustedes si que exageran. Se olvida que el 85% de personas que contraen la enfermedad son asintomáticos y pueden dejar una huella imborrable en cualquier persona, inclusive de las más allegadas a su corazón. 
 
En mi barrio ninguno se ha contagiado, eso es paja, acá todos nos cuidamos. Por eso usted encuentra la cancha de fútbol llena, los muchachos jugando, generando así una falsa seguridad que se convierte en patológica porque seguimos en estado de negación. 
El distanciamiento físico se volvió una excusa. Encuentra rumbas en todos los barrios, chupando trago de la misma botella y el tapabocas acomodado debajo de la barbilla. Pero mamá si todos estábamos bailando, lejos el uno del otro, yo me cuide.
 
Yo insisto en el tema de las tres reglas de oro, tapabocas, distanciamiento social y lavado permanente de manos. Al escuchar sobre las secuelas de la Covid19 quedé perplejo, ahora están en exámenes neurológicos y otros más que colapsan el sistema de salud. En el caso de mi amiga desde la letalidad se le llevó la suegra y un cuñado. 
 
El pasado martes 14 de julio se conoció que uno de los estadounidenses que participó en la fiesta covid donde se “arrejuntan” y divierten sin ninguna protección cobró ya su primera víctima.
 
 Seguimos diciendo mucho bruto, como hace eso, mientras se toma el otro trago a pico de botella, porque mis amigos tienen buen semblante. 
 
O nos ponemos serios con las medidas preventivas o empezaremos a ver como caen las personas que queremos. Me cuido, te cuidas, nos cuidamos.

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