Con el desastroso periodo de la alcaldía del Líbano 2012-2015,  empezó a escucharse el mensaje de que los libanenses  en la siguiente elección no podían volver a equivocarse.

Pero la suerte  continuó en contra del Líbano. El alcalde elegido con una abrumadora votación para el cuatrienio 2016-2019, resultó peor que el antecesor.

Ante esa desoladora realidad, no queda otra salida que volver a insistir en el llamado.

 Este sí, urgente. Este sí, de vida o muerte. Volver a cometer el error en elegir la persona equivocada, es condenar el Líbano a perder cualquier posibilidad y oportunidad de salir del hueco donde lo ha postrado la politiquería, el clientelismo y la ineficiencia.

En lo que sí acertaron los dos últimos alcaldes, como si se hubieran puesto de acuerdo, es acabar con el Líbano.

Pareciera que eso es lo que quieren, o cómo se explica que el señor Antonio Giraldo quiere  volver a ser alcalde cuando no tiene el más mínimo mérito para serlo.

El llamado es a cerrar filas en torno al nombre de la candidata Daissy Barragán.

 En la actual coyuntura, es la persona que posee las mejores condiciones  para evitar que el Líbano termine en el despeñadero. Está a un paso.

Puede leer: Creer en los jóvenes

A propósito de Daissy Barragán, con respeto me aparto de los que solo esgrimen el argumento de que hay que votar por ella, porque es mujer. Esa distinción de género en la política sobre quién es mejor, no es la más indicada o la más justa.
 
A mí me gusta el nombre de Daissy Barragán para que sea la próxima alcaldesa del Líbano, porque tiene carácter y esa es prenda de garantía para conservar independencia a la hora de gobernar.

Porque es una empresaria exitosa, esa condición resultaría clave a la hora de administrar el municipio.

Porque es libanense pura sangre, eso hace que siente y le duele el Líbano.

Porque no va detrás de  la alcaldía en búsqueda de un beneficio personal.

Porque pertenece a una familia tradicional, lo que significa que hay un prestigio que se debe cuidar.

Porque tiene el mejor programa de gobierno (en este punto solo le compite el candidato Germán Amórtegui).

El Líbano no puede, no debe seguir eligiendo alcaldes mediocres, politiqueros y populistas. Hora de despertar libanenses, la historia del Líbano es tan grande para seguirla dejando en manos de  alcaldes que solo piensan en el interés personal. Esta es la última oportunidad que tiene el Líbano.

* Autor del libro 'Las claves de los buenos alcaldes'
* Ex jefe de redacción Tolima 7 días