Por:: Jaime Eduardo Reyes

Colombia avanza en la implementación del acuerdo firmado entre el Gobierno Santos y las Farc; la adopción de algunos acuerdos están haciendo tramite en el Congreso de la República a través del mecanismo de “fast track” o vía rápida; las Naciones Unidas acompañan el proceso de dejación de armas y la entrega de menores de edad por parte de las Farc; y los territorios son hogar de las zonas veredales transitorias de normalización. De esta forma se ha dado inicio a la configuración de un enfoque de desarrollo denominado “Paz Territorial”.

Este enfoque implica reconocer al territorio como sujeto transformable,este es la representación del espacio, se ve sometido a una transformación continua que resulta de la acción social de los seres humanos, de la cultura y de los cambios permanentes que se dan en el mundo e influyen en la sociedad.

El enfoque territorial involucra trabajar para que las propuestas y acciones se construyan desde lo local, con la participación de los sectores sociales y productivos arraigados en el territorio, buscando transformar las dinámicas territoriales, democratizando las decisiones del uso social y productivo del territorio, construyendo instituciones que resuelvan los conflictos, superando los retos de la centralización.

Es evidente que el centralismo ha contribuido en gran manera al incremento de las brechas territoriales y al atraso de muchas regiones.

Alcanzar la Paz Territorial implica desafíos: terminar el conflicto y reparar los daños evitando que se repita, superar la inequidad rural y buscar convergencias territoriales, e implementar instituciones bajo la lógica de la descentralización. Cualquiera podría advertir que esta noción de paz renueva los antiguos anhelos de las regiones, y sin embargo, no se vislumbra un cambio en materia de descentralización y participación ciudadana, por el contrario se corrobora una vez más el incumplido compromiso del Estado en sacar adelante estos temas.

Y junto a la descentralización, el ordenamiento del territorio es también una tarea que se ha hecho a medias, muestra de eso es que la ordenación de los municipios a través de los planes o esquemas de ordenamiento no han logrado alcanzar su fin.

En días pasados, para el Tolima, el director de Cortolima expuso como el 77 por ciento de los municipios del departamento están en alerta de revisión y ajuste a sus instrumentos de planeación pues ya cumplieron la vigencia de 10 años.

Así las cosas, para que el Territorio pueda ser un actor protagónico en los procesos de construcción de paz se necesita resolver la tarea inconclusa de la descentralización, fortalecer a las comunidades locales en democracia y participación ciudadana efectiva, y ordenar el territorio.