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El clan Char
Los Char son originarios de Córdoba, en 1954 se trasladan a Barranquilla, en donde fundan el almacén Olímpica. Desde 1980 hasta la actualidad su almacén se transforma en un Holding empresarial con cadenas de supertiendas, droguerías y la organización radial Olímpica (oro), que cuenta con 31 emisoras distribuidas entre Colombia y Panamá. Según la revista Dinero, actualmente la cadena Olímpica ocupa el tercer lugar entre las más poderosas del país. Además, la familia Char también es propietaria del Junior de Barranquilla, equipo de fútbol que en 2019 obtuvo ingresos por $67.900 millones de pesos y $6.800 millones en ganancias, ubicándolo entre los primeros puestos top.
La aventura política del clan inició entre 1984 y 1990 con la designación del patriarca Faud Char como Gobernador y ministro de Desarrollo, amparado por las presidencias de aquella época. Entre los 90 y el 2018, el Clan salta entre partidos y facciones de la elite nacional, logrando acrecentar progresivamente su capital electoral, distribuyendo y rotando instituciones regionales y curules entre familiares y allegados, logrando fuerte presencia en el poder central y encaminándose hacia una ambición presidencial. Si se hace un paralelo, el clan Barreto es a la fecha lo que el Clan Char fue hace más de 14 años.
Entre los múltiples escándalos que rodean a este clan se destacan dos: En primer lugar, los negocios que compartieron con la familia Nule. Vale la pena mencionar que Katie Nule, hermana de Guido Nule, condenado por el carrusel de la contratación en Bogotá, es la esposa de Alejandro Char; y, en segundo lugar, la renuncia de David Char, quien fungió como representante a la cámara del 2002 al 2008, debido a investigaciones por parapolítica. Recientemente David Char fue el primer parapolítico que se acogió a la JEP, en donde reconoció tener nexos con Carlos Mario García (Alias el Médico), adscrito al frente José Pablo Díaz de las AUC.
En el año 2018, utilizando su influencia institucional y la garantía económica que ofrece su emporio empresarial para la financiación de campañas, el clan se consolidaría como uno de los más poderosos del país, logrando un total de 6 senadores y 3 representantes a la cámara.
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En el Senado quedaron: Antonio Zabaraín, sindicado por corrupción y favorecimiento con contratos en una importante concesión de Ciénaga; Ana María Castañeda, esposa de Mario Fernández, acusado de tener vínculos con miembros de las AUC (“La investigación fue archivada por carencia de pruebas”); Arturo Char, actual presidente del Congreso colombiano, acusado por compra de votos y delitos contra la democracia (Caso Aida Merlano); Luis Eduardo Díaz, investigado por la Corte Suprema de Justicia desde el año 2012, por presuntos nexos con el frente José Pablo Díaz adscrito al bloque comandado por Jorge 40; Miguel Amín Escaf, caracterizado por ser un aliado importante del Clan y siempre pertenecer al partido de la U; y, por último, Aída Merlano, la cual perdió su curul luego de ser condenada a 15 años de cárcel por compra de votos. Esta se fugaría del INPEC en una cita odontológica, actualmente se encuentra en Venezuela.
En la Cámara de Representantes quedaron: César Lorduy Maldonado, persona de confianza del clan por su influencia empresarial; Karina Rojano, hija de Carlos Rojano, ex esposo de Aída Merlano; y, José Gabriel Amar, miembro distinguido del clan.
Además de ello, cabe mencionar que para el año 2019 Elsa Noguera fue elegida gobernadora de Atlántico y Jaime Pumarejo, candidato de los Char, fue elegido alcalde de Barranquilla.
Por último, el clan Char, pese a su poder, debe enfrentar un obstáculo que limita su expansión. Ya que su estrategia consiste en la distribución de capital electoral fijo (Finito) entre un número determinado de aspirantes, si no logra colonizar nuevos departamentos, a mayores aspirantes, tendrá menos votos por cada uno, escenario que hace a sus propios candidatos rivales y excluyentes entre sí. En este escenario el clan Char se ve en la obligación de establecer vínculos con otros clanes para acrecentar su capital electoral, elemento que explicaría los recientes acercamientos con la casa Barreto. Por último, cabe mencionar que el vínculo entre estos dos clanes se evidencia desde el apoyo mutuo a la campaña presidencial de Germán Vargas Lleras y se hace más pública con la última reunión entre el burgomaestre ibaguereño y Alex Char. El clan Barreto quiere incrementar su presencia nacional, el clan Char anhela la presidencia.
Fuentes:
-León Valencia. “Los clanes políticos que mandan en Colombia”
-Superintendencia de sociedad
* Politólogo Universidad del Tolima
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