En Colombia, criticar el desgobierno por sus desaciertos y reclamar los derechos, se ha convertido  en un hecho peligroso en donde la vida está en juego. Solo quienes pueden denigrar de las instituciones y pretender enjuiciarlas y condenarlas públicamente, porque cumplen su deber, son aquellos que cuentan con el aval de una supuesta mayoría política construida a base de mentiras, engaños y falsas ilusiones.  Esos que supuestamente están blindados por el gobierno son los únicos llamados a protestar, porque los miles de colombianos que estan pasando hambre y necesidades deben seguir callando para no morir asfixiados con una rodilla al pecho, como ahora lo hace la policía cuando una persona se atreve a reclamar sus derechos. Aprendieron de los racistas americanos y ahora aplican la misma dosis a nuestros compatriotas.

Ahora quienes hablan de moral son todos aquellos que conocemos por tener una doble moral.  

Es lamentable, por decir lo menos, que el gobierno esté dedicado a hacerle mandados a su par norteamericano y tenga totalmente descuidado el país. Las masacres que se han presentado en lo que va corrido del presente mes, en donde más de cincuenta (50) jóvenes han sido asesinados por fuerzas oscuras, son producto de la falta de presencia del Estado en muchas regiones del país.

(3 en Venecia Antioquia
6 en Tumaco
5 en Arauca
6 en El Tambo
5 en Cali
9 en Samaniego
3 en Ricaurte
4 en Algeciras 
5 en Caloto
5 en Catatumbo).

El asesinato colectivo como ahora lo llama el Gobierno, es el resultado de la falta de autoridad que permite que los grupos delincuenciales actúen al libre albedrío, como si tuviesen licencia para matar.

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El desgobierno está facilitando el recrudecimiento de la violencia porque donde no hay autoridad hay desorden y donde hay desorden hay inseguridad; pero lo peor es que pareciera que el rebrote de la violencia se puede convertir en el argumento más creíble para que el Gobierno utilice la fuerza y demuestre a sus electores, que son ellos los salvadores del país y que a toda costa evitarán que los violentos sólo pueden ser aniquilados con la fuerza, porque al fin y al cabo el programa de Gobierno está basado en lo que ellos llaman: Seguridad Democrática - bala y mas bala.

Se avecinan unas nuevas elecciones presidenciales y no hay que esperar a que vengan a decirnos por quién votar; somos nosotros los que debemos elegir; pero hay que saber elegir; es hora que todos los colombianos que realmente defendemos la democracia, votemos a conciencia, votemos por una persona que  conozca los problemas del país y tenga claras las soluciones; votemos  por una persona que tenga la capacidad y el conocimiento de cómo gobernar para todos; elijamos presidente a quien garantice el derecho a la vida, el derecho al trabajo, el derecho a la libertad de expresión y sobre todo, que garantice la paz en Colombia.

El destino de nuestra nación no puede seguir siendo la barbarie. Necesitamos de Gobiernos encaminados a la reconstrucción del tejido social, necesitamos mitigar con obras el dolor de muchas gentes que padecen hambre, analfabetismo, miseria  y en general, el olvido del Estado; necesitamos garantizar la salud y la educación gratuita para todos los colombianos; necesitamos que se facilite la industria en general. Necesitamos de gobiernos que inviertan el
Presupuesto de la nación en pagar la deuda social que se tiene con los Colombianos.  Finalmente es necesario apoyar un Acuerdo Histórico que permita la democracia, la producción y la Paz.