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Cumpleaños del POT fallido de Ibagué

Cumpleaños del POT fallido de Ibagué

El 23 de diciembre de este año se cumplen 6 años de haberse expedido irregularmente el conocido decreto 823 de 2014, acto administrativo espurio que revisó y ajustó el Plan de Ordenamiento Territorial POT de Ibagué y sobre el cual el Juzgado 4º Administrativo del Circuito de Ibagué, tímidamente declaró la nulidad de algunos de sus artículos. 

Cumpleaños normativo que no ha contado a la fecha del pronunciamiento de la segunda instancia por parte del Tribunal Administrativo del Tolima, sobre el que se espera la nulidad total del decreto que se emitió desconociendo la competencia del Concejo Municipal de la época que fue crudamente burlado por parte del jefe de la cartera de planeación y desconocido el procedimiento de concertación y consulta con la Autoridad Ambiental, tal como lo ordena la Ley 99 de 1994 y especialmente el artículo 24 de la Ley 388 de 1997. 

Dicho incumplimiento  -en la actualidad- ha generado vacíos, desorden y desgobierno en varios componentes de importante trascendencia en el ordenamiento del territorio urbano y rural del municipio. Desorden que hoy refleja la carencia de reglamentación sobre los usos del suelo en zonas de mitigación ambiental, zonas de expansión extensas que dispersan la infraestructura urbana; construcciones con escasas cesiones obligatorias, densidades constructivas exageradas sin tener en cuenta disponibilidad de servicios públicos básicos y lo más grave sin tener en cuenta planes viales de acuerdo con la realidad de la ciudad.

Las quejas de algunos pobladores del norte de la ciudad de estar “tugurizando” áreas residenciales, es consecuencia de los vacíos e incongruencias de un POT hecho a retazos, por lo que cobra vigencia la necesidad de adelantar una gran jornada de reflexión sobre la ciudad que se debe proyectar para los próximos años con una legislación que pretende extender zonas para mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Surge una pregunta a propósito de nuevas construcciones urbanísticas como la que se reprocha. ¿Qué clase de compensaciones obligatorias entregarán a favor de zonas verdes y parques en el área del Vergel?  

La ciudad requiere prontamente de una autoridad ejecutiva que convoque en forma transparente, útil y práctica, a todos los sectores de Ibagué para rediseñar la capital de los Tolimenses con base en su estructura ecológica principal y los demás elementos de ordenamiento que le permita contar con un verdadero instrumento técnico y normativo para formular la planeación y gestión a largo plazo que genere crecimiento -en el buen sentido de la palabra- de las dinámicas sociales, industriales, comerciales y ambientales.

Ibagué requiere urgentemente formular estrategias y programas para desarrollar el componente rural con su vocación agraria, pecuaria y forestal sostenible; reordenar sus cuencas hidrográficas de acuerdo con las exigencias del cambio climático y de gestión del riesgo a manera de ejemplo. Por ello, debe llamarse la atención sobre las actividades que requieren de reubicación o reasentamiento de las más de 1.200 familias que se encuentran en zonas de riesgo alto en la cuenca del Río Combeima, o simplemente con las que se encuentran ocupando márgenes del cerro de “Pan de Azúcar”, “Hato de la Virgen” o las que aún continúan en la zona de influencia del “Volcán Machín” para enunciar algunos casos que no ha materializado la gestión municipal y el POT cumpleañero.  

Con todo, los Ibaguereños merecen participar activamente en la elaboración de un Plan de Ordenamiento que haga realidad la apertura de nuevas vías como la carrera 13 y aseguren valores ambientales como los “Cerros del Norte”, el Jardín Botánico, la reserva forestal “Alto Combeima” y el Parque Natural Regional Reserva Forestal “Anaime-Chilí”, entre muchos otros activos que debe proteger el POT que se echa de menos. 

De esta manera esperamos del Tribunal Administrativo, un pronunciamiento que responda a las necesidades de una ciudad que ha padecido durante más de 6 años o tal vez 12, las improvisaciones de entidades de planeación municipal y de sus curadurías urbanas que desconocen las normas básicas de una ciudad que se precia de todos.

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