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Cuando pa’ Barranquilla me voy
Como algo fútil consideran algunos la crítica de un sector, por cierto reducido de la opinión ibaguereña incluido el silencio, ahí sí, de la mayor parte de los medios de comunicación, que se le ha hecho al Alcalde de Ibagué por la visita que realizó la semana anterior a la ciudad de Barranquilla.
De insignificante no tiene nada esa situación. Todo lo contrario, faltó crítica más severa, más exigente. El hecho como tal no es menor. No cabe en la cabeza de nadie que un alcalde de una ciudad como Ibagué, con todos los problemas que padece, de la noche a la mañana resulte de visita en una ciudad donde claramente Ibagué no tiene como compararse. Además, ya no es tiempo de estar en aprendizajes, ya se le fue el primer año de gobierno, el sol empieza a calentar en las espaldas. Por ello, este hecho no puede pasar inadvertido.
Esos viajes tenían validez en campaña electoral, tenían validez cuando se estaba en la confección del programa de gobierno. Ahí sí eran importantes, y como lo han expresado los concejales, Jaime Tocora y Rubén Darío Correa, ya Ibagué tiene un plan de desarrollo aprobado, por lo tanto esos dos días que el alcalde Hurtado se fue a recorrer Barranquilla de la mano de un exalcalde muy cuestionado por presuntos hechos de corrupción presentados en los tiempos de sus dos alcaldías, dejan en una situación incómoda al mandatario de los ibaguereños.
Ciertamente con estas salidas en falso, que digámoslo se han vuelto constantes, el alcalde Hurtado lo que está provocando es que los vientos de revocatoria tomen fuerza y se hagan realidad. Situación que sería aún más caótica para la ciudad. Pero el Alcalde, solo con sus desaciertos, se está labrando ese destino.
La rienda suelta de las especulaciones alrededor de este episodio, no cesan. El comentario en los corrillos es que esa visita obedece a propósitos claros de legitimar pactos políticos hacia el futuro. Pensaría uno que al fin y al cabo son rumores y como tal no son dignos de darles crédito. Además, tampoco creería uno que el alcalde de Ibagué llegue a esos extremos de insensatez, ingenuidad y porqué no decirlo, de torpeza política, en especial cuando su imagen desfavorable es alta.
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Adenda
En columna de opinión de la semana pasada planteaba tres preguntas al máximo líder político que hoy tiene el Tolima, el exgobernador Óscar Barreto. Considero que es pertinente insistir en formularle esos interrogantes, debido a la importancia que tienen para el Tolima e Ibagué los temas planteados.
- Después de tres años de haberla formulado, Alberto Bejarano insiste de nuevo en una propuesta viable para el Cañon del Combeima. De lejos, una de las mejores propuestas que se han hecho para salvar este lugar. ¿Usted exgobernador Barreto, por su reconocida defensa del río Combeima, de su amor y apego a ese mágico lugar, estaría dispuesto a apoyar esa idea?.
- La ineficiencia administrativa en el sector público ha sido factor de atraso grande en el Tolima y la culpa está en el nepotismo, tráfico de influencias, la politiquería y el clientelismo, prima el amiguismo y entonces no se exige ni calidad ni probidad. ¿Cuál sería su aporte para que a este permanente mal se le ponga punto final en el Tolima?.
- ¿Señor exgobernador Óscar Barreto cree que se equivocó cuando puso a consideración de los ibaguereños el nombre de Andrés Fabián Hurtado para ser alcalde de Ibagué?, ¿Cómo jefe político y natural del Alcalde, cuál sería su contribución para que el mandatario de los ibaguereños mejore en la conducción administrativa de la ciudad?
*Exjefe de redacción de Tolima 7 días
*Autor del libro ‘Las claves de los buenos alcaldes’
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