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Crezcamos en Autoestima
La Inteligencia Emocional - teoría propiciada por el filósofo norteamericano Daniel Goleman - ha permitido recuperar y visualizar sentimientos, emociones y valores, que ya eran mencionados por los grandes pensadores del pasado (inmediato y mediato). Valores que, sin embargo, han estado obnubilados por la vorágine del mundo actual, donde priman el consumismo, la competencia, el individualismo, la injusticia y la desesperanza.
En efecto, en esta constante movilidad y dialéctica de la sociedad, observada en todos y cada uno de sus ámbitos, han prevalecido los intereses materiales, físicos concupiscentes y sensuales, relegando y posponiendo los valores y sentimientos que privilegian la autocomprensión, el desenvolvimiento interior y el perfeccionamiento integral.
Por lo pronto, uno de estos sentimientos y/o virtudes, lo constituye el Amor y sus múltiples expresiones: Amor a la familia, a la pareja, a la naturaleza, a la humanidad, al universo, a la vida, a Dios y – algo fundamental- Amor a sí mismo (a).
La autoestima permite salir victoriosos de las amenazas y peligros que nos circundan, logra vencer los miedos, ya sean reales o imaginarios.
Ciertamente, el Amor así mismo o Autoestima, es el aprecio amplio y profundo por nuestra persona, es la alegría de sentirse seres necesarios e importantes, es la perseverancia y paciencia para descubrirse y conocerse cada vez más y mejor, es la aplicación de las cualidades y potencialidades; en fin, es la dignidad de saberse seres esenciales en el cuidado, desarrollo y perfeccionamiento del ser humano en su conjunto.
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Sin duda, el Amor a sí mismo - en términos metafóricos - es escudo y espada, ya que posibilita sobrellevar y superar las continuas adversidades que implica vivir, además de alejar de uno, con inteligencia, todo aquello que pueda lastimarnos o disminuirnos como personas. La autoestima permite salir victoriosos de las amenazas y peligros que nos circundan, logra vencer los miedos, ya sean reales o imaginarios. El Amor proporciona verdadero sentido y dirección a nuestra existencia.
Amarse, en consecuencia, es saberse y sentirse apto para vivir en plenitud, para avanzar, para crecer. El Amor es la energía vital (lo que nos da fuerzas y ganas de vivir), es aquello que nos solidifica, enriquece y establece como seres únicos y autónomos, como protagonistas de la sociedad, como auténticos sujetos de la historia.
El Amor a sí mismo, en la desgracia, nos fortalece e ilumina; en el júbilo, nos tranquiliza y nos hace empatizar con quienes nos rodean, en especial, con los sufrientes y desvalidos.
El Amor es Sabiduría, Liberación, Expansión.
“Solo tenemos dos opciones: estar llenos de temor o estar llenos de Amor”. Albert Einstein.
“El Amor constituye la máxima expresión de inteligencia”. J. Krishnamurti.
“El perfecto Amor echa fuera todo temor”. Juan apóstol.
*Docente e Investigación en Filosofía Universidad de Chile
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