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Congestión vehicular, un problema que va más allá del Pico y Placa en Ibagué

Congestión vehicular, un problema que va más allá del Pico y Placa en Ibagué

Por: Jaime Eduardo Reyes

Director del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Ibagué


En esta semana el secretario de movilidad de Ibagué anunció que "como tenemos una gran cantidad de flujo vehicular por los carros de los ibaguereños y los visitantes, se ha venido evaluando un plan de contingencia para que no haya tantos traumatismos en los diferentes puntos de la capital del Tolima".

 

Lo más seguro es que le sumen 3 nuevas horas a la restricción quedando 7 horas en total, reabriendo el debate sobre el impacto económico en las actividades de comercio, las incomodidades para el transporte escolar particular de niños, entre otros, y de la necesidad de otros mecanismos que podrían ser más efectivos para disminuir la congestión.

La congestión de la ciudad no se puede solucionar únicamente con medidas que restrinjan la utilización del vehículo, sobre todo cuando la congestión se concentra específicamente en algunos puntos de la ciudad.

Es fundamental trabajar en el deterioro de la malla vial, tener un sistema público de transporte cómodo y eficiente, construir nuevas vías y mejorar la semaforización. Al no haber avanzado en estas tareas se ha contribuido enormemente al deterioro del tránsito de la ciudad y la respuesta, como lo afirmo Fenalco, afecta directamente la economía local.

Una acción que no es costosa son las campañas de cultura ciudadana que eviten el mal parqueo sobre avenidas principales y vías de alto flujo, y de conducción inteligente para evitar accidentes en las vías. Estas no se hacen en la ciudad.

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El problema es complejo y requiere enormes inversiones de varios sectores para que se puedan ver resultados que impacten finalmente en una reducción de los tiempos de desplazamiento, uno de estos es la construcción de nuevas vías. Ha faltado liderazgo, de tiempo atrás, para implementar el estatuto de valorización y construir nuevas vías, desde finales de los noventa no se hace una sola obra a través de este mecanismo.

 

¿Qué dicen los estudios?

 

Diferentes estudios realizados por prestigiosas universidades en Colombia, como el de Daniela de la Hoz en la Universidad de los Andes, muestran que el Pico y Placa durante varias horas no logra disminuir los tiempos promedio de circulación, sugieren que no se alcanza a reducir sustancialmente el uso del carro particular y que por el contrario impulsa condiciones adversas en diferentes actividades económicas.

 

Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Medellín, muestra que el efecto de la medida disminuye la congestión en las horas pico, pero la traslada a las horas "valle", creando un pico constante, y, la ampliación de la restricción del pico y placa debe hacerse siempre y cuando el usuario del vehículo particular tenga buenas opciones en transporte público para así dejar el vehículo en casa, de lo contrario seguirá tratando de usar su vehículo particular, o peor aún, motivando la plurimotorización (personas y familias con dos o más autos).

 

 En Ibagué, las cifras muestran el aumento del parque automotor privado, tanto de carros como de motos, así como el incremento del servicio de Uber que entran a remplazar a los carros particulares.

 

Muchos usuarios compraron un segundo vehículo, con lo cual el parque vehicular de la ciudad se envejeció paulatinamente debido a la compra masiva de autos usados. El incremento en el número de usuarios de moto fue otra de las consecuencias. Con ello se evidencio que los usuarios buscaron maneras de evadir la medida.

 

Por un lado, las personas con mayor poder adquisitivo podrían haber adquirido otro carro para evadirla. Por otro lado, se podrían haber generado nuevas dinámicas de transporte privado, como la compra de motocicletas; ello gracias a las facilidades de financiamiento y la relativa facilidad de desplazamiento que esta otorga.

 

Si bien es cierto que restringir la circulación de vehículos particulares podría incidir en las decisiones de movilidad de las personas, nada se logra si dichas políticas no están acompañadas de alternativas de movilidad cómodas y eficientes que logren desincentivar el uso del automóvil.

 

Muchos de los usuarios de automóviles estarían dispuestos a trasladarse a medios de transporte diferentes, si las alternativas lograran proveer la misma calidad de viaje, de forma más rápida y a un precio razonable, afirma el estudio de los Andes. En Ibagué la propuesta del tren elevado sigue a la espera de ser tenido en cuenta.

 

Transportes alternativos

 

En Ibagué desafortunadamente no se continuó con la estrategia de implementar la opción de la bicicleta como transporte alternativo, los espacios viales acondicionados en las vías de la ciudad durante la administración municipal están subutilizados.

 

Medios de transporte amigables con el medio ambiente también han sido impulsados en diferentes países, generando con ello otras opciones de movilidad. Bogotá cuenta por ejemplo con una de las redes de ciclo rutas más largas de América latina. Para poder motivar de forma exitosa el uso de bicicletas, estas deben ser un complemento del transporte público en general.

 

Complementos en las disposiciones para bicicletas en vehículos de transporte público, estacionamiento de las mismas en distintos puntos, así como mejoras en la comodidad, la seguridad y los estacionamientos, son claves a la hora de atraer nuevos ciclistas.

 

Si se quisiera mantener una restricción de varias horas, esta debería estar acompañada de políticas públicas de oferta de servicios alternativos de transporte como las patinetas y bicicletas eléctricas. Estos deben suplir al menos las necesidades de tiempo, comodidad, seguridad y eficiencia que se obtienen al movilizarse en un vehículo particular.

 

Finalmente, existen dos medidas que se han propuesto y que nadie se ha atrevido a liderar, la modificación del inicio de las jornadas laborales y la desconcentración de los servicios comerciales y públicos del centro de la ciudad.

 

La medida de pico y placa es una acción desesperada de los gobiernos municipales cuando han fracasado en la tarea de mejorar la movilidad vehicular en la ciudad. Para el caso de Ibagué, las otras medidas han brillado por su ausencia.

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