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¿Con o sin pandemia, caminábamos hacia el desempleo?

¿Con o sin pandemia, caminábamos hacia el desempleo?

Pese a que la pandemia disparó la tasa de desempleo, no existe certeza de que tal eventualidad truncara un inminente futuro de oferta laboral, por el contrario, existen muchas dudas sobre la efectividad de las estrategias dictadas desde hace casi dos años por el gobierno nacional para afrontar este problema.

La tasa de desempleo del año 2019 (Año sin Pandemia) creció 0,8% con relación al año anterior y, dejó muchas dudas sobre la posibilidad de cumplir las metas trazadas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), el cual, bajo la tutela del emprendimiento y la confianza inversionista, se comprometió a crear 1.6 millones de empleos y a reducir la tasa de desempleo a un histórico 7,9%.  

Además, desde hace décadas en Colombia se acuñó la terca narrativa de apostarlo todo por el emprendimiento y la confianza inversionista (Incluyendo al actual gobierno), esto, bajo el principio de que la iniciativa privada y el mercado corrigen los desequilibrios sociales y estimulan por sí mismos la generación de empleo. Así fue como el emprendimiento se convirtió en un “sálvese quien pueda” y, como la inversión extranjera quebró nuestras empresas.

¿Qué pasó entonces con el emprendimiento?

Colombia ocupa el puesto número 100 entre 190 países en cuanto a facilidad para abrir empresas, a partir de esto se establece en el PND la meta de triplicar el número de emprendimientos, esto por medio de estrategias como facilidad de créditos, facilidad en trámites y disminución en tarifas de registro mercantil o costos de formalización. 

Para el año 2019 la creación de empresas creció un 2.1% en relación con el año anterior, pero, en paralelo a esto, cabe resaltar también que la superintendencia de sociedades para el mismo año recibió petición de insolvencia de 2.700 sociedades, un 2.3% por encima del año anterior, a esto se suma el hecho de que el 60% de las empresas emergentes en Colombia se quiebran antes de 5 años. 

Lo anterior evidencia que la política de emprendimiento es incompleta, si además de facilitar la creación de empresas no se estimula su sostenibilidad en el tiempo, para ello habría que revisar otro tipo de ayudas para las Mipymes, pues con solo crearlas no basta. 

Además de lo anterior, ¿Estamos preparados para competir?

El Índice Global de Competitividad (IGC) ubicó en el año 2019 a Colombia en el puesto número 57 de 141 economías; entre los indicadores revisados se encuentran infraestructura, instituciones, uso de TIC´S, salud, mercado laboral, entre otros. Ahora, si se revisa el índice departamental de competitividad, se encuentra una diferencia progresiva y cada vez más grande entre Bogotá y cada uno de los departamentos del país. 

En ese orden de ideas, si revisamos ambos índices en perspectiva comparada, podría plantearse que los elementos que hacen competitivas a las empresas están centralizados o, que las autoridades locales en los últimos años no han podido generar condiciones para la competitividad, en ese orden de ideas, las empresas en muchas regiones no están listas para competir contra grandes inversores extranjeros. 

Para concluir, los efectos que la pandemia produce sobre el empleo son significativos y, esto representa un enorme reto. En ese orden de ideas deben revisarse las estrategias que se han venido utilizando para afrontar el desempleo, pues, como se pudo apreciar, si en un escenario sin COVID no dejó buenos resultados, se esperaría que en un escenario post-COVID fueran mucho más impertinentes. 

En últimas, aquí se ofrecen dos puntos de partida, adoptar otros elementos además del emprendimiento y la confianza inversionista o, repensar la forma en cómo se están entendiendo y enfocando estas estrategias para crear empleo. 

  • Por: Kevin Herney Castañeda Vargas, Politólogo de la Universidad del Tolima
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