"En la época de la revolución industrial quienes no eran obreros pero tampoco eran dueños de las empresas, se les llamó "Clase Media." En Colombia hasta hace poco podía decirse que eran quienes labraban su patrimonio con base en el salario y el crédito. Pero, hoy día, poco les queda para ahorrar. 

Existen planes de vivienda de interés social VIS, con apoyo del gobierno pero para gente de los estratos 2 y 3, con beneficios económicos otorgados por éste y las cajas de compensación familiar. Más aún, hay viviendas de interés prioritario (VIP) con subsidio estatal para facilitar su adquisición o mejorar la que se tiene. Sin embargo, la clase media ubicada en los estratos 4 y 5 no aplica cuando realmente se trata de suplir una necesidad que debería estar al alcance de todos. Naturalmente, quienes no la poseen pagan arriendo pues hay casos donde no cabe la máxima de Warren Buffet, que dice: "No ahorres lo que te quede después de gastar, gasta lo que te quede después de ahorrar"; pues ahorrar, cuando a duras penas se vive al día no resulta fácil. 

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No se diga más, si al presupuesto familiar debe agregarle la agobiante carga tributaria, el costo de la universidad privada y un buen carro, así, como otros lujos que le proporcionen estatus. 

Juan C. Guataquí de la U. del Rosario afirma que la definición de Clase Media en Colombia es más sociológica que económica, e incluye el componente "aspiracional". O sea, aspirar a algo que parezca mejor de lo que es en la vida real, identificándose con eso y "aspirando" a emular a quien dice poseerlo". En otras palabras, vivir de ilusiones, porque dichas "aspiraciones" superan su capacidad de pago. 

Entonces, el pulso es con esa Clase Media conformada por gente pobre, entendiéndose como tal aquellos que no tienen lo necesario para vivir o que lo tienen con escasez. Porque si acaso pueden trabajar, lo hacen por contrato de asesoría, o de prestación de servicios, que ni prestaciones sociales le reconocen y la seguridad social la deben pagar de su propia cuenta.

En consecuencia, no son obreros, ni son los dueños de las empresas, pero a la hora de la verdad, tampoco son quienes pueden labrar su propio patrimonio con su ingreso ni mucho menos con crédito.

• Por: Carlos A. Estefan Upegui, Exgobernador del Tolima