Análisis comparativo del desarrollo socioeconómico de los municipios petroleros del Tolima y sus vecinos no petroleros

Crudo Transparente, CT, realiza un análisis comparativo de la situación socioeconómica de los municipios petroleros del Tolima frente a los no petroleros desde el 2012 - 2020, para 41 municipios a excepción de Ibagué, ya que, la industria extractiva por lo general no desarrolla actividades en las áreas metropolitanas. Teniendo en cuenta que, en sus inicios fue uno de los departamentos pioneros en la política de exploración petrolífera en Colombia. Allí se concentró el 3 % del petróleo del país y se estimaron mayores posibilidades de reservas petroleras debido a la magnitud de las áreas exploradas; lo que influyó en el incremento de sus ingresos locales y debía implicar mejoras en sus municipios

Aportes económicos e institucionales en Tolima de los municipios petroleros y no petroleros

Los municipios petroleros le aportan en promedio al Valor Agregado Departamental, 1.65 veces más que los municipios no petroleros, que contribuyen en aproximadamente 0,9 % cada uno.

En cuanto al ICA y Predial se evidencia que las zonas petroleras recaudan un 27 % más y el pago lo realizan en gran medida las empresas de bienes y servicios del sector hidrocarburífero.

Por otro lado, los municipios productores han encaminado sus inversiones al mejoramiento de la institucionalidad. De ahí que presentan un mejor desempeño fiscal alcanzando en promedio una calificación del 72,26 % de sostenibilidad financiera, frente al 67,7 % del resto.

• Puede leer: Peligro en la Meseta de Ibagué

Para el caso de los no petroleros se evidenció que reciben un 15 % más de ingresos tributarios, no tributarios y transferencias, sin presentar un efecto multiplicador en impuestos municipales asociado a la cadena de bienes y servicios del sector petrolero.

Situación actual de los indicadores de calidad de vida en los municipios petroleros y no petroleros en Tolima

Cobertura de acueducto: Los municipios petroleros del Tolima están aproximadamente ocho puntos por encima de sus municipios no productores, con 81.53 % frente al 72, 2 %

Cobertura de alcantarillado: Ambas categorías poseen un porcentaje de acceso inferior al 60 %.

Cobertura de energía eléctrica rural: Las zonas no petroleras cobijan un 90 % mientras que las petroleras cuentan con un 93,8 %.

Educación: Cobertura neta del 85,42 % para los petroleros y 80,3 % para el resto.

Salud: Las zonas petroleras presentan mejores condiciones que los no petroleros, con una diferencia del 0,4 % en menos barreras de acceso al servicio y diferencias en el déficit de aseguramiento.

Empleo: Los municipios productores cuentan con un 3 % menos de trabajo informal que los no petroleros y un 0,5 % menos de trabajo infantil.

Fuente. Elaboración propia con datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2018

Inversión medioambiental en los municipios petroleros y no petroleros de Tolima

Según la información proporcionada por Johanna Maricela López Velandia, de la Subdirección de descentralización y fortalecimiento fiscal del DNP y lo registrado en el Formulario Único Territorial (FUT) y en SUSFUT 2, en promedio los municipios productores poseen un 41 % más de inversión en conservación, protección, restauración y aprovechamiento de los recursos naturales.

Miguel Ángel Quimbayo Cardona, director del Programa de Especialización en Gestión Ambiental y Evaluación del Impacto Ambiental de la Universidad del Tolima, manifestó mediante entrevista con Crudo Transparente, que la inversión del 41 % en el sector ambiental en municipios productores de petróleo en el Tolima, no es suficiente para la conservación de sus ecosistemas y los servicios ecosistémicos asociados a ellos, ya que, no mitiga el daño causado.

• Puede leer: Ataco y el despilfarro de una alcaldía

Condiciones de seguridad en los municipios petroleros y no petroleros

Se observa que en promedio los municipios productores tienen una tasa de hurtos de 446.6 por cada 100 000 habitantes, mientras que  las zonas no petroleras del departamento tienen una tasa de 279.13 por cada 100 000 habitantes;  es decir, 24.56 % menos. En materia de homicidios, se presenta una tasa 20.26 %  por cada 100 000 habitantes para los productores y 26,51 %  para el resto.

Cabe resaltar que, la mayoría de los municipios petroleros han sufrido los efectos del conflicto armado, donde la zona sur del Tolima fue epicentro de hechos de violencia durante el 2015 presentando un total de 4 249 eventos; cifra que cambió después de la firma del Acuerdo de Paz evidenciando una disminución de aproximadamente el 87 %.

Fuente. Unidad de Víctimas NRI

• Puede leer: Aceleramos la conectividad en Tolima

Impacto de la caída de los precios del petróleo en 2020 y el Covid-19 en la economía Tolimense

Se evidencian tres escenarios:

Primero, según cifras de la Subdirectiva USO Melgar, se llevaron a cabo 27 despidos y 235 contratos suspendidos asociados a las empresas del sector.

Segundo, el Valle Medio del Magdalena presentó una reducción de la exploración realizada por las empresas privadas de aproximadamente el 60 %.

Tercero, el Gobierno Nacional habilitó el uso de las regalías para financiar proyectos que permitan atender los efectos de la pandemia en los territorios.  Por su lado, Tolima dispone de $ 71 139 millones de pesos para atención en salud y protección social, agricultura y desarrollo rural, suministro de alimentos y recurso hídrico, asistencia alimentaria y para garantizar la continuidad de la prestación de los servicios públicos; sin embargo, el 59,58 % de los recursos se concentra en Melgar, Purificación, Ortega, Chaparral, Planadas, El Espinal, San Luis, Líbano, Natagaima, Mariquita y la Gobernación.

Conclusiones

La comparación entre los municipios petroleros y no petroleros del Tolima permitió evidenciar:

1. Mayor cobertura de servicios públicos, salud, empleo y mejoramiento institucional en las zonas extractivas.
2. Mayores ingresos tributarios, no tributarios y transferencias en las zonas no petroleras; superando a los productores en un 15 %.
3. Mayores niveles de cobertura en educación y un leve aumento de las oportunidades laborales en las zonas extractivas.
4. Carencia de un efecto multiplicador en las cifras de inversión y producción que mejore los indicadores socioeconómicos.
5. Las medidas de aislamiento social para controlar la propagación del Covid-19 han generado una caída del 60 % en el consumo de combustibles líquidos y con ello, una reducción en el recaudo de impuestos nacionales y sobretasa.