Los gringos no "comieron cuento", no se dejaron engañar. No cayeron en la trampa de "creer en todo lo que se decía sin ningún reparo."El discurso facilista de infundirle miedo al electorado como si fuesen niños asustados con el cuento del "coco".

Por supuesto, estoy hablando de las mayorías que eligieron a Biden. Los demás, se ve que aún viven de temores y subjetividades. Su forma de ser les costó el poder y les dejó la decencia como enseñanza. 

Eso de que Joe Biden fuese comunista no se lo cree nadie, mucho menos que fuera un socialista radical, porque habiendo nacido, criado y formado en medio de la abundancia y la exuberancia del capitalismo norteamericano, así actúe como demócrata, muy lejos está de ser un mamerto.

También se dijo que era un corrupto y hasta pedófilo.

Tampoco hay pruebas de que sea amigo de Maduro como se hizo creer. Por lo menos, supone uno que sus amistades sean tan especiales como su mismo nivel cultural y social se lo exigen. 

Esa falsa retórica de una afilada lengua utilizada para hacer política desacreditando el contrario, es por desgracia algo similar a lo que se estila en Colombia y que tanta violencia ha ocasionado.

Se les olvidó que Biden fue fundamental en el Senado para  trabajar con el apoyo de la coalición bipartidista a favor de nuestro país en la aprobación del Plan Colombia en el gobierno Clinton y luego, en su condición de Vicepresidente de la administración Obama. Inclusive así lo planteó el exministro Juan Lozano: "Biden conoce bien la situación de Colombia, respeta a Colombia, entiende la maldición del narco y ha ayudado a Colombia en el pasado" .

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Así las cosas, quiéranlo o no, Joe Biden hoy es el Presidente electo de los Estados Unidos.

Pero eso de hablar de alguien por hablar para luego retractarse es vergonzoso, no es serio ni es la forma adecuada para ganarse la confianza de la gente.

El rey ha muerto, ¡viva el rey! "es la fórmula del derecho hereditario de la corona francesa que se utilizó para la proclamación de los reyes desde 1422, cuando Carlos VI de Francia fue sucedido por Carlos VII";expresión tan común hoy día como "el muerto, a la huesa, y el vivo, a la mesa", u otra más colombiana como el muerto al hoyo y el vivo al baile. Entonces, ahora sí el embajador colombiano en Washington que al parecer simpatizaba con la campaña de Donald Trump, no le quedó más que felicitarlo al igual que a su Vicepresidenta Kamala Harris y mostrarse dispuesto a trabajar con ellos en una agenda común; además, de "mirar conjuntamente al futuro con optimismo”.

Mientras tanto, Trump en medio del ridículo más grande, al igual que sus seguidores dominados por su vanidad y orgullo se niegan a aceptar la derrota.

Tan malos perdedores como los hay también en Colombia, que todo lo quieren a la brava.

*Exgobernador del Tolima