“Patrimonio artístico y cultural de la nación”.

El Espinal es un municipio arrocero de clima caliente, padre del Bunde Tolimense y hogar de los mitos y leyendas más populares del interior del país.

Cada año, finalizando el mes de junio, los ritmos del Bambuco, El Pasillo, El Sanjuanero y El Bunde despiertan el orgullo del pueblo por las tradiciones que el resto del año opacan la rutina, las obligaciones y las obligaciones contemporáneas.

La identidad de los espinalunos se ve reflejada en los trajes típicos de anchas polleras, en las recetas culinarias   de los abuelos como el tamal, la lechona y las achiras, y en los desfiles de  comparsas alusivos a la Patasola, La Madremonte, El Mohán, o al trabajo de los campesinos e indígenas de otrora. 

Durante las fiestas de San Pedro, que poco tienen de santas o religiosas, se brinda y se festeja por las tradiciones populares del interior, que El Espinal comparte, no solo con otros municipios de su departamento, sino con vecinos como el Huila, el Quindío y Cundinamarca.

Las fiestas de San Pedro son consideradas la mayor expresión folclórica del Tolima, también una de las más antiguas del interior del país.

La primera vez que este municipio cantó y bailó por su patrono fue en 1881, pero con el paso de los años la razón del festejo se ha ido transformando, incorporando un reinado de belleza popular, corridas de toros, cabalgatas, alboradas, noche de pólvora y aguardiente por doquier.

• Puede leer: ¿Saben realmente qué celebramos?

En toda su historia estas fiestas solo han sido canceladas en seis oportunidades:

* Primero, por La Guerra de los Mil Días.

* Después en 1929 por la crisis económica mundial.

* La tercera vez, por causa del 'Bogotazo' 

*  La cuarta, en 1958 por decreto de la Iglesia Católica. 

* Por el intenso verano que soportaron estás tierras en 1980.

* Y este año 2020, por causa de la pandemia del nuevo corinavirus.

El Espinal es rincón musical de la patria y epicentro de la más extraordinaria gastronomía, difícil para que cualquier turista pueda decir de esa lechona o ese tamal, no como yo, porque entonces perdió su venida a El Espinal.