Análisis
Daniel Quintero llega a la consulta del ‘Pacto Amplio’
La carrera por la sucesión del presidente Gustavo Petro ha tomado un nuevo aire con la confirmación de Daniel Quintero Calle como aspirante en la consulta del Frente Amplio. Su entrada al ruedo junto a los nombres de Iván Cepeda, Roy Barreras y Camilo Romero, innegablemente transforma la competencia interna en un escenario de alta intensidad.
Ahora con Quintero, en el partidor, la competencia ofrece al electorado cuatro visiones distintas dentro de esa unidad. Se trata de un variopinto con un sello atractivo:
Iván Cepeda: representa el ala más ideológica, orgánica y fiel a las bases del Polo Democrático y el activismo de derechos humanos. Es el "candidato de la casa".
Roy Barreras: aporta la experiencia en el "establecimiento" y la capacidad de tender puentes con sectores tradicionales y el centro.
Camilo Romero: representa la renovación verde y progresista, con un discurso enfocado en el cambio generacional y la lucha ambiental.
Daniel Quintero: se posiciona como el "outsider" ejecutivo. Su perfil es más pragmático, tecnológico y agresivo en la confrontación política, especialmente contra el "establecimiento" antioqueño (el GEA y el uribismo).
Con la llegada de Quintero, la repercusión para las fuerzas progresistas cohesionadas alrededor del Pacto Histórico, sin duda, dinamiza el proceso. El exalcalde de Medellín, aunque se trata de una figura polarizante, es un movilizador de masas. En ese orden, su presencia garantiza que la consulta no sea un proceso plano o meramente protocolario.
Quintero sabe cómo usar las redes sociales y el discurso de confrontación para atraer atención mediática, lo que beneficia la visibilidad del Frente Amplio frente a las consultas de la derecha. Ese es un aporte fundamental que le otorga Quintero a la consulta del Frente Amplio.
Además, Quintero atrae a un votante urbano, joven y metido en la tecnología que, no necesariamente se identifica con la izquierda tradicional de Cepeda, pero que busca un cambio frente a las élites regionales (como el GEA en Antioquia).
No todo es color de rosa.
Es indudable que su llegada pone a prueba la unidad. Mientras que sectores del Polo Democrático y la UP, por ejemplo, tienen reparos en su estilo de hacer política, otros pueden verlo como una especie de "fuerza de choque" necesaria para enfrentar a la derecha en los debates.
Tampoco se puede pasar por encima que Quintero es un experto en la narrativa de la "persecución política". Esto puede ayudar a la coalición a cohesionarse contra los entes de control, pero también la expone a las críticas de la oposición por los cuestionamientos a su gestión en Medellín.
No se puede desconocer que hay en curso investigaciones judiciales y ruidos de corrupción que rodearon su alcaldía en Medellín. Entonces, no se descarta que sectores puristas dentro del mismo PH vean con desasosiego la forma como Quintero hace la política que choca con las banderas de "transparencia" que promueve el progresismo.
Impacto grande
Lo cierto es que, con Quintero en la baraja, la consulta del Frente Amplio deja de ser un proceso de "confirmación de liderazgos" para convertirse en una competencia real de poder. La coalición gana un candidato que sabe ganar elecciones en territorios hostiles (Antioquia), lo cual es vital para asegurar una mayoría en primera vuelta.
Con esto lo que se podría estar demostrando es que la consulta del Frente Amplio se consolida como el proceso democrático más diverso del país. Refuerza la idea de que el Frente Amplio no es solo para la izquierda, sino para sectores "independientes". Quintero no es un hombre de la izquierda tradicional. Su inclusión obliga a candidatos como Cepeda a reafirmar sus posturas de izquierda, mientras que obliga a Barreras a competir por el electorado de centro-liberal que Quintero también seguramente buscará captar.
Ciertamente, el impacto del ingreso de Daniel Quintero a la consulta del Pacto Amplio o Frente Amplio es grande y son más los pros que los contra, para las posibilidades del progresismo de mantenerse en el poder por otros cuatro años. Recordemos que Quintero es clave para pelear votos en Antioquia, una plaza tradicionalmente difícil para el progresismo.
Hombre de confrontación
En conclusión, la consulta del Frente Amplio con la llegada de Quintero gana un candidato con "piel dura" para el debate, capacidad de gestión ejecutiva y un discurso que resuena en sectores jóvenes y urbanos que no se identifican con la izquierda clásica. Y en lo que perdería, la coalición quedaría expuesta a ataques de la oposición centrados en los escándalos de la alcaldía de Medellín, lo que podría empañar la imagen de cambio, pero Quintero ha demostrado una y otra vez, que no le teme a la confrontación, todo lo contrario, la busca porque es su mejor terreno, ahí se mueve como pez en el agua. Es un maestro para capitalizar el sentimiento de "persecución política".
Sin duda, en la coyuntura actual, Quintero es más lo que suma que lo que resta a la consulta, en la que, por sobrados motivos, el favorito para ganarla es Iván Cepeda. Aunque no es solo ganarla, el verdadero triunfo es obtener una alta votación que llene de entusiasmo a todo el progresismo y se enfile a ganar en primera vuelta la presidencia. En eso coinciden la mayor parte de los analistas.
(CO) 313 381 6244
(CO) 311 228 8185
(CO) 313 829 8771