En la noche del pasado martes un perro fue llevado en lamentable estado de salud hasta la casa de Harold Pico, joven de 21 años oriundo de Girardot que se ha destacado como activista en pro de los animales.

 Harold, cuenta que un campesino se encontró el perro en el barrio Obrero, de este municipio, mientras agonizaba, abandonado, solo, en la intemperie. El hombre lo habría recogido y llevado a la residencia de Harold, pues él es reconocido en esta zona del departamento como una persona que ayuda a los animales.

“El perro venía en un costal, convulsionando. La persona me dijo que lo había hallado en un monte, donde lo habían dejado tirado. Una señora dijo que le echaron creolina pura, la cual si no se retira pronto empieza a carcomer. Por eso quedó en carne viva. Está totalmente quemado por la parte de arriba y en otras partes del cuerpo tiene llagas, además de un hueco lleno de gusanos. 

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Apenas lo llevaron a mi casa arranqué para la veterinaria, a partir de ahí lo hemos tenido con suero, ha presentado convulsiones, fiebre garrapatas. Estamos haciendo hasta lo imposible por sacarlo adelante. De ayer a hoy, aunque sea, ya ladró y tiró a morder. Se pensó que el animal moriría en el trascurso de la noche y por el momento no. Por ahora está en la casa, bajo muchos cuidados de la veterinaria”, relata Harold, acerca de este acto inhumano.

El perro criollo que tiene alrededor de seis meses de nacido, Harold decidió llamarlo Ónix, “como la piedra más preciosa” en la que espera se convierta después de superar esta difícil situación. Precisamente, comenzarán con un tratamiento intravenoso fuerte para intentar salvarle su vida de una vez por todas. 

Ónix requiere en estos momentos de comida, vitaminas, pediasure y cremas. Quienes deseen ayudarlo pueden comunicarse al 3108051499. Él está siendo atendido por la veterinaria Kelly Martínez, que primero lo cuidó en su clínica Cats & y Dogs de Girardot, y ahora lo visita a la casa de Harold. Es de acotar, que en Flandes no existe ni una clínica veterinaria.

Al parecer Ónix tenía un dueño que, sin ningún corazón, decidió agregarlo a la lista de casi 30 perros que han abandonado en Flandes desde que empezó la cuarentena por la pandemia, según cuenta Harold. Ante lo cual las autoridades competentes ni siquiera inician una investigación, puesto que, no hace parte de sus prioridades.

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“Hacemos un llamado a los entes gubernamentales para que le metan mano dura y fuerte y hagan valer la ley de maltrato animal, porque si no se registra tan siquiera la primera multa de este tipo en Flandes, Girardot o Ricaurte, esto no va a parar nunca. ¿Qué sacamos con tener la ley, si no la hacen cumplir las mismas autoridades? Pedimos mano dura y obviamente que los municipios tengan hogares de paso del Estado, que por obligación les corresponde. Los alcaldes tienen que gestionar lo que tienen que hacer por los animales”, reclama Harold. 

Y es que, lamentablemente Ónix no es el único caso que se presenta de este tipo en Flandes y sus municipios circunvecinos. Harold asegura que es bastante frecuente el maltrato y abandono a los animales. Por eso desde hace seis años él creó el hogar de paso “Dejando Huella”, donde actualmente tiene más de cien perros y gatos. A los cuales alimenta gracias al “buen corazón de las personas” que deciden apoyarlo en este loable proyecto, que no recibe recursos por parte de la Alcaldía Municipal.

“Hemos recogido macheteados, apuñaleados, con gusanos, sin ojos, que después los abandonan. Acá en Flandes es normal este tipo de hechos. Si hubiera la primera multa real por maltrato animal, pienso que cambiaría esta realidad. Pero las autoridades no hacen valer las medidas que protegen a los animales”, finaliza el joven tolimense que tiene como proyecto de vida velar por los animales más vulnerables.