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“Yo no necesito litros de sangre, necesito carrotanques de sangre”.
El país no sale del asombro ante la crudeza de los testimonios de exoficiales del Ejército que reconocieron cometer crímenes de lesa humanidad.
El general (r) Mario Montoya volvió a quedar en el ojo del huracán. Los testimonios de exoficiales del Ejército durante la Audiencia de Reconocimiento de Verdad realizada en Dabeiba Antioquia por la Jurisdicción Especial para la Paz, JED, fueron demoledores contra el general Montoya.
Uno de los testimonio que más causó estupor en la audiencia fue el del sargento (r), Fidel Iván Ochoa Blanco, exintegrante del Batallón de Contraguerrilla No 79. Al final de su intervención este exoficial del Ejército leyó los nombres de las víctimas que asesinó, reiterando que no se trataban de personas que murieron en combate, sino de campesinos y civiles que nada tenían que ver con el conflicto armado.
En su narración de la verdad sobre lo acontecido, contó que los batallones que no cometían falsos positivos eran castigados y pasaban hasta diez meses en campo, sin poder ir a sus casas a encontrarse con sus familiares.
Lo más fuerte del testimonio del sargento Ochoa se produce cuando menciona al general Montoya. Dice que “Esta práctica se vuelve sistemática con la llegada del general Montoya a la Séptima División. Este general efectuaba programas radiales donde nos decía a los comandantes: yo no necesito litros de sangre, necesito carrotanques de sangre”.
“Esta práctica se vuelve sistemática con la llegada del general Montoya a la Séptima División. Este general efectuaba programas radiales donde nos decía a los comandantes: Yo no necesito litros de sangre, necesito carrotanques de sangre”, dijo Ochoa. pic.twitter.com/RG5G2fsRZQ
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) June 27, 2023
Como se recordará el general Mario Montoya fue comandante del Ejército Nacional de Colombia hasta el 2008. En ese cargo, fue nombrado en el 2006 por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
En su testimonio el sargento Ochoa también dijo que cuando asesinaron a los campesinos Diofanor Guisao, Isidoro Cardona y María Zenaida, en la vereda Caliche, de Dabeiba, en julio de 2001, se cruzaron con problemas que llevaron a que los militares trajeran a las víctimas de otros municipios como Medellín.
En otro de los apartes de la confesión entregada por el sargento Ochoa, el último compareciente en la audiencia convocada por la JEP en el municipio de Dabeiba, señaló que “Los que iniciamos esta práctica en los 90s, la iniciamos asesinando a personas que presuntamente tenían vínculo con la guerrilla, por información aportada por los paramilitares. Y los comandantes nos decían que necesitábamos números de bajas”.
En total fueron 8 exoficiales del Ejercito que reconocieron en esta audiencia pública, crímenes de guerra y de lesa humanidad contra civiles inocentes, en su mayoría campesinos, todo esto dentro del marco de verdad y reconciliación que cumple la JEP. Estos execrables hechos ocurridos en Dabeiba se dieron entre los años 2002 y 2006.
🎥#VerdadParaQueHayaJusticia 8 máximos responsables de 'falsos positivos' en Dabeiba, que fueron imputados por crímenes guerra y lesa humanidad, fueron llamados a reconocer responsabilidad este 27 y 29 de junio ante el país y las víctimas 🧵
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) June 27, 2023
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