Por Luis Fernando Díaz Cabrera

El siguiente artículo fue copiado directamente de internet del documento del Departamento de la Función Pública, El artículo 76B de la Ley 262 de 2000, determina las competencias y funciones de las procuradurías provinciales:

1. Ejercer, de manera selectiva, control preventivo de la gestión administrativa y de la contratación estatal que adelantan los organismos y entidades públicas.

2. Intervenir ante las autoridades cuando sea necesario defender el orden jurídico, el patrimonio público o las garantías y derechos fundamentales, sociales, económicos, culturales, colectivos o del ambiente, así como los derechos de las minorías étnicas.

3. Velar por la eficiente prestación de servicios públicos.

4. Velar por la defensa de los derechos del consumidor y usuarios de los servicios públicos.

5. Intervenir eventualmente como Ministerio Público ante las autoridades judiciales competentes, en asuntos de conocimiento de los procuradores judiciales, en los lugares donde estos no existan o no puedan actuar, previa comunicación al Procurador Delegado correspondiente.

6. Interponer las acciones populares, de tutela, de cumplimiento, de nulidad de actos administrativos y nulidad absoluta de los contratos estatales, y las demás que resulten conducentes para asegurar la defensa del orden jurídico, en especial las garantías y los derechos fundamentales, sociales, económicos, culturales, colectivos o del medio ambiente o el patrimonio público.

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7. Conocer y resolver los impedimentos manifestados por los funcionarios de su dependencia, así como las recusaciones que contra ellos se formulen.

8. Revocar, de oficio o a solicitud de parte de sus propios actos, cuando sea procedente de conformidad con la Ley.

9. Las demás que les asigne el Procurador General.

(Adicionado por el Art. 24 del Decreto 1851 de 2021)

Luego de leer y revisar esta famosa Ley encontramos que la estructura organizativa genera unos apetecidos puestos laborales, pensaría uno que con esto derrotaremos a los corruptos.

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La ironía es que este fortín de control ha sido entregado ni más ni menos a los mismos corruptos, o de qué otra manera se puede interpretar el silencio “cómplice (¿?)” observado, o escuchado, por parte del ente denominado Procuraduría Provincial de Ibagué ante el continuo saqueo de las arcas públicas, para la muestra un par de botones:

• Megaparque Santa Rita.

• Megaparque Nazareth.

• Pésima ejecución obras Coliseo Multideportes.

• Licitaciones escenarios deportivos municipio de Ibagué.

• Malísima ejecución escenarios deportivos

• Diseños, licitación y construcción U.S.I. Picaleña.

• Licitación y obras estadio Manuel Murillo Toro.

• Acueducto complementario.

• Disponibilidades hidráulicas entregadas por el IBAL.

• Casa digna, Vida digna.

• Licitación y obras pavimentación calles de Ibagué.

• Contratación diseños calle 60- Avenida El Jordán.

• Obras Megacolegios.

• Oficina espacio público y control urbano.

• Secretaría de planeación.

• Equipo del POT.

Lo que pensamos como un par de botones se convirtió en todo un ramillete de corrupción que en la Procuraduría Provincial no han detectado, ni con la disculpa de que estamos en plena campaña, es el momento ideal del tapen tapen, como decían los abuelos “todos se arropan con la misma cobija”.

Realmente estamos, como escribiera hace varios siglos Tomas Moro en su obra Utopía, en el paraíso, aquí no pasa nada malo, por lo visto aquí no se roban la plata en la contratación estatal, los servicios públicos son una maravilla de eficiencia y los políticos son lo más destacado de la comunidad.

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Somos algo así como la envidia del planeta ya que aquí no se dan hechos ni actos de corrupción, los japoneses se pondrían lívidos, (más) de ver la trasparencia y legitimidad de los pro-hombres que manejan nuestros destinos, y de paso a modo de información están en plena campaña política, no se le haga extraño que alguien de bien se acerque para REGALAR un mercado o algunos pesitos que obvio a cualquier parroquiano le sientan de maravilla en esta abundancia de escasez.

Y como canta nuestra hermosa Shakira, ciega, sorda y muda, así esta nuestra sociedad utópica, unos porque ha sido llenada su boca con prebendas, otros porque están a la espera de algunas migajas que caen de la mesa principal, dejadas caer muy a propósito y con cuenta gotas, de la misma manera del criminal gota a gota que padecen los pobres de Colombia, o sea la gran mayoría de la población.

Lo único que podríamos preguntar a nuestra Procuraduría Provincial de Ibagué es el dicho de una de nuestras canciones populares, en uno de sus versos más sentidos y profundos dice: “A QUIEN ENGAÑAS ABUELO”.

*Presidente Veeduría V.A.P.I. (Agua para Ibagué)