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Vuelve y juega la gran minería en el Líbano

Vuelve y juega la gran minería en el Líbano

 Por: Alexander Martínez Rivillas | Profesor asociado de la Universidad del Tolima


Aunque la cartografía es muy borrosa y los documentos mezclan muchas temáticas al mismo tiempo, la información suministrada por algunos líderes comunales del Líbano, me permiten decir que el PBOT del municipio, que ya cuenta con la concertación de Cortolima y, aparentemente, está listo para discusión del Concejo, es un monumento a la insostenibilidad ambiental del Líbano.

1.       El instrumento de ordenación territorial supone un crecimiento urbano de más de una década en casi 6.000 personas. De este modo justifica una amplia zona de expansión urbana. Un área de desarrollo urbano que implicaría 6.000 m2 para zonas verdes y parques mediante cesiones. Esto evidencia la influencia directa de los intereses de los constructores, pues destinar un espacio de goce público de una media hectárea para 6.000 personas es un despropósito. Para áreas de desarrollo se debería al menos exigir cesiones de 3 m2 por habitante para parques, plazas y zonas verdes. Es más, por esta vía se podría ayudar a mejorar el indicador de espacio público efectivo, según el estándar internacional.

2.      El proyecto de PBOT exceptúa de cesiones para equipamientos urbanísticos a los proyectos de los entes territoriales o de la comunidad. Otro desacierto en las áreas de desarrollo, dado que es allí en donde se le puede garantizar a la comunidad la dotación de estos bienes públicos. Sea la comunidad o sean los gobiernos, no es aceptable la aprobación de estos proyectos en esas condiciones urbanísticas precarias.

3.      A partir de los mapas, que tienen una muy baja resolución, puedo concluir lo siguiente: no se dispone de una intervención para la variante del casco urbano del Líbano, cuando su financiación requiere también de su incorporación al PBOT. Lo mismo que es inaceptable que no se disponga de un polígono industrial o agroindustrial en el área periurbana del municipio. De hecho, la zona de expansión urbana propuesta sería un sitio ideal para la zona industrial y el terminal de transporte. Tampoco es claro si el parque ecológico localizado frente al colegio Isidro Parra será destinado al uso de protección o no, lo que sería también inaceptable. Al mismo tiempo, creo conveniente definir con claridad el uso del parque ecológico del predio ocupado hoy por el ejército.

4.      La estructura ecológica principal del municipio no se definió con claridad, lo mismo que la interconexión del ecosistema urbano. Los niveles de fragmentación de los ecosistemas son de alto impacto y deberán corregirse de inmediato. De hecho, los bosques de las crestas de montaña que rodean al casco urbano están siendo diezmados sin que se haya producido una sanción efectiva.

5.      Pero, lo que más me preocupa del PBOT es el tema de la minería. De hecho, pareciera la redacción directa de los consultores de la gran minera. El artículo 175 dice que se respetarán los 20 títulos mineros (los cuales cubren una parte importante del municipio). Esto es de suma gravedad, pues se renuncia a la autonomía del municipio en estas materias. Se debió solo admitir el uso de minería artesanal y en lugares bien definidos. Por mi experiencia con el debate de La Colosa (recuérdese que me vi obligado a ir hasta el Parlamento del Reino Unido a denunciar este proyecto de gran minería de oro), estos títulos facilitan la ampliación de las zonas de licenciamiento ambiental, y de las áreas de exploración y explotación sin consideraciones ambientales. Al final del día, el lobby minero es capaz de realizar toda suerte de justificaciones técnicas que casi siempre terminan en la destrucción de los ecosistemas y los agrosistemas.    

Respecto a este último punto vale decir que las sentencias promineras de la alta corte solo pueden ser combatidas con el esfuerzo organizado de la lucha ambientalista, y a partir de los instrumentos constitucionales de la autonomía municipal para la regulación del suelo. Un valor de la descentralización del poder político al que no podemos renunciar.   

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