Por: Humberto Leyton

El concejal de Ibagué, Camilo Delgado, quizá sintetizó en una frase la situación que vive el liberalismo tolimense con motivo de los resultados adversos en las elecciones del pasado 11 de marzo.

Con un libro en la mano recordando los 70 años del homicidio de Jorge Eliécer Gaitán, el dirigente liberal citó aquel pasaje cuando el caudillo liberal después de una derrota a manos de las oligarquías liberales-conservadoras de aquella época dijo: "Hemos perdido un puesto, pero no hemos perdido el rumbo del partido". Esta era una alusión obvia a la empresaria y candidata liberal al Senado Olga Beatriz González, quien, como se sabe, no alcanzó los votos que necesitaba para salir elegida debido al elevado número del umbral en la lista de liberal de cerca de 65 mil votos para salir electa.

Esta escena se registró en desarrollo de las conclusiones del Primer Encuentro Liberal del Tolima, que se cumplió el sábado anterior, 07 de abril, en el club de Copifam en el barrio El Salado, donde se dieron cita más de 250 dirigentes de ese partido de 39 de los 47 municipios que tiene el Tolima. Esta reunión además de analizar, discutir y debatir la situación orgánica y política del liberalismo y de trazar su rumbo al futuro, sirvió para reconocer el valor de una mujer que pese la derrota, la asimiló rápidamente, no dejó campo para la angustia, la incertidumbre ni la desesperación que suele presentarse en estos casos,  y por el contrario, inició el camino de nuevas luchas, corrigiendo errores y preparándose para futuras victorias.

Esta asamblea, que se convirtió en un homenaje a la memoria del inmolado Jorge Eliécer Gaitán y en un recordatorio de su legado político, ético y moral, consultó a sus bases y dirigencia regional para establecer un enfoque no solo de la reconstrucción del partido; también de trazar los derroteros programáticos de esa colectividad y establecer una metodología de control de tareas y proyectos que se aprueben.

En este sentido, las relatorías de las comisiones de los distintos puntos cardinales del departamento concluyeron en puntos comunes como la vinculación del partido a eventos cívicos o sociales de la actividad normal de los municipios; comprometerse en la solución de problemas de infraestructura, salud, educación y cultura, como en la elaboración de proyectos de desarrollo regional.

En asuntos como el transfuguismo y los voltiarepas, que se presentan en todos los partidos y movimientos, se propuso juicios orales  y expeditos para sancionarlos y no dilatar estos procesos disciplinarios que duran hasta más de dos años sin resultados, como en el caso de los diputados a la Asamblea del Tolima Graciela Vergara y Jaime Ospina, que una vez elegidos por el liberalismo, pasaron a las toldas conservadoras del Gobernador Óscar Barreto y hasta el momento no ha pasado nada.

Este Primer Encuentro Liberal concitó el apoyo de la totalidad de los asistentes como un mecanismo de reflexión, educación y escuela de conocimiento que se debe de repetir en todos los municipios del departamento, a la vez que trazó línea para las elecciones de gobernación, alcaldías, Asamblea y Concejos de 2019, con candidatos propios o en alianzas o coaliciones.

Cierran filas con De La Calle

En las intervenciones de Mauricio Jaramillo, Ángel María Gaitán y Olga Beatriz González, como de los dirigentes regionales y de Ibagué, quedó claro el apoyo en primera vuelta a Humberto de La Calle, pero en caso de una segunda vuelta, sin la presencia del candidato liberal, se descartó de plano el apoyo a un candidato de derecha.

El Triunvirato

Al final del Encuentro Liberal Regional, se le insistió a Mauricio Jaramillo asumir nuevamente la dirección de ese partido en el Tolima, pero este agradeció el gesto de los líderes liberales y no la acepto. En cambio, propuso la integración de un triunvirato integrado por el senador Guillermo Santos, Olga Beatriz González y Ángel María Gaitán, iniciativa que tuvo acogida unánime por parte de los asistentes.

Mis disculpas a Disraeli Labrador

En la columna publicada el pasado 26 de marzo, titulada: "¿Judas más honesto que ciertos políticos tolimenses?", donde nos referimos a los traidores políticos a través de la historia, en la parte final de nuestra nota y al tocar el caso del partido liberal del Tolima, dijimos que Disraeli Labrador era uno los sospechosos de un comportamiento desleal hacia la candidata al Senado Olga Beatriz González. (Puede leer la nota de la referencia).

Al respecto, después de indagar con los jefes liberales del departamento, entre ellos Mauricio Jaramillo Martínez, se clarificó la situación y se pudo concluir que los más de 800 votos del Carmen de Apicalá que resultaron a favor de Disraeli, frente a los de Olga B. fue una situación especial y de estrategia política consentida, que al final terminaron cumpliendo los objetivos que se buscaban: salvar la curul de la Cámara de Representantes. Igualmente, el candidato a la Cámara tenía instrucciones para tener en su equipo de campaña a otras personas distintas al partido liberal.

En tal circunstancia, presento mis disculpas públicas a Disraeli Labrador por lo dicho, y aclaro así, esta situación que puedo haberle causado inconvenientes al dirigente liberal.

En las mismas condiciones, el secretario del Directorio Liberal de Ibagué, Antonio Castro, sostiene no haber contado con las herramientas necesarias para realizar su trabajo y que en ningún momento fue obstáculo para la candidata al Senado.