Un comunicado emitido por la Asociación Sindical de Docentes de la Universidad del Tolima (Asdut), en las últimas horas,  deja al descubierto la profundización de la crisis de la UT en todos los aspectos, especialmente financiero y académico.

En efecto, al responder una propuesta que hace el rector interino Omar Mejía, al personal de profesores de renunciar voluntariamente a los beneficios sindicales y bonificaciones para contribuir a la solución de la crisis; por su parte, la organización sindical manifiesta que para que ello ocurra, los altos directivos de la universidad deben dar el ejemplo  renunciando  temporalmente a las bonificaciones  y a los sobre sueldos  que devengan en sus respectivos cargos. Al personal que se refieren son: el propio rector, vicerrectores, secretarios, asesores, jefes de unidades, entre otros.

Más adelante, Asdut, que preside el docente Félix Salgado, cuestiona un documento suscrito por Alexander Martínez Rivillas, directivo de Aspu y miembro del Consejo Superior de la UT, donde según él, asegura que la crisis del alma mater se está superando rápidamente. Al respecto señalan en el comunicado:"Nos preguntamos en donde están los recursos que se vienen ahorrando diariamente y  que, según el representante profesoral al Consejo Superior, suman 45 millones, al pasar de un déficit diario de 80 millones a 35 millones a enero de 2017. Mientras tanto, la academia continúa su deterioro, y la universidad transita y se hunde más en el fango de la autocracia, el clientelismo y la politiquería", dicen los docentes.

Lo que se palpa dentro de la crisis estructural que desde hace años afronta la UT, es que la situación continua peor que antes y que no tiene solución a la vista, puesto que comenzó el recorte por la parte académica que era uno de los aspectos que tenía para mostrar, debido a la calidad de educación que se impartía y los grupos de investigación reconocidos que existían. En la actual administración, los principales recortes los está sufriendo es precisamente el sector académico y la investigación, ejes fundamentales de la razón de ser de cualquier universidad.

Se agrega a esta situación, el manejo politiquero que se le viene dando a la crisis que solo perseguía sacar a un rector para poner a otro dócil y  complaciente con la administración departamental con el fin de poner la UT al servicio de la candidatura al senador de Miguel Barreto, sobrino del gobernador Oscar Barreto.

En la mañana de este martes, estudiante de diversas facultades cerraron el ingreso al campus y, al parecer, puede ser el comienzo de una protesta generalizada por el rumbo errático que ha tomado la universidad en la actual administración. Los estudiantes protestan por el recorte de prácticas y al presupuesto de inversión académica. (ver: Recortan prácticas en la UT por falta de plata)

Comunicado de los docentes

En un comunicado expedido este lunes por los docentes afiliados a Asdut expresan:

1. El rector interino de la Universidad del Tolima ha propuesto a las organizaciones sindicales que, por razones de la crisis financiera por la que atraviesa la institución, considerasen la posibilidad de renunciar a beneficios sindicales acordados de antemano con los  diferentes estamentos. De la misma manera que el señor rector nos ha sugerido a los docentes renunciar a beneficios para aportar a las soluciones, proponemos a los altos directivos de la universidad, (entiéndase rector, vicerrectores, secretarios, asesores, jefes de unidades, etc.) que renuncien temporalmente a las bonificaciones y a los sobre sueldos generados por asumir dichos cargos. Esto incluye, por supuesto, la renuncia a las primas técnicas y bonificaciones salariales por parte de los profesores de planta que han asumido cargos administrativos de dirección. Cuando, producto del ejemplo y compromiso demostrado con la institución, se materialicen de manera efectiva renuncias a beneficios por parte de las directivas de la Universidad, los funcionarios de la Universidad del Tolima agrupados en ASDUT, nos reuniremos y discutiremos la invitación del señor rector aunque  sin olvidar, en todo caso, que la academia en la Universidad ha sido golpeada duramente con las medidas implementadas. Planteamos además la urgente necesidad de conocer el plan de acción  por parte de la administración para la consecución de recursos financieros adicionales para sobrellevar este momento.  
2. Debemos aclarar, no obstante, que, en aras de colaborar con soluciones prácticas a la crisis financiera, nuestro sindicato decidió no solo no presentar por ahora un pliego de peticiones, al que por ley tenemos derecho, sino que además, y por unanimidad, la Junta Directiva decidió no incluir tiempo de trabajo sindical en la jornada laboral del semestre A 2017. Los profesores que conformamos ASDUT nos caracterizamos en general por la responsabilidad laboral y el compromiso ético con nuestra institución pues consideramos que nuestro trabajo académico contribuye de manera fundamental con la recuperación de la imagen de nuestra institución. A pesar de nuestro compromiso, todos sabemos que la impresionante y nefasta campaña de  desprestigio por parte de quienes buscaron el poder político dentro de la Universidad, pasando por encima de años de esfuerzo y construcción de academia, trajo como consecuencia una larga lista de daños sociales y laborales especialmente para los docentes, daños de los que tardaremos mucho en salir.
3. El recorte a ultranza de prácticas, salidas, participación en eventos y comisiones estudio, entre otros, es ya castigo suficiente a la academia, cuyas consecuencias nefastas nos harán memoria en tiempos no muy lejanos. Por tanto, rechazamos enérgicamente el recorte sistemático a la academia pues ella corresponde al eje sobre el cual debe girar la Universidad en el cumplimiento de su misión social, investigativa y docente. Nos preocupa la miopía con la que se está manejando la situación actual de la Universidad pues el recorte efectivo a la academia empobrece y aleja los sueños de construir cada día una institución acreditada, mientras vemos como el dinero se gasta sin mesura en adecuaciones locativas y  burocracia representada en la  contratación de abogados, asesores, entre otros. Nos preguntamos en dónde están los recursos que se vienen ahorrando diariamente y  que, según el representante profesoral al Consejo Superior, suman 45 millones, al pasar de un déficit diario de 80 millones a 35 millones a enero de 2017. Mientras tanto, la academia continúa su deterioro, y la universidad transita y se hunde más en el fango de la autocracia, el clientelismo y la politiquería.