El próximo lunes 23 de enero inician las clases en los colegios públicos. Muchos estudiantes continuarán en el viacrucis de no contar con colegio. Entre ellos está la Sagrada Familia. 

Los casi 1.500 estudiantes con sus padres de familia del Colegio La Sagrada Familia, lo mismo que sus docentes, estaban con la expectativa porque por fin iban a iniciar el 2023 estrenando nuevas instalaciones. Esa alegría la tendrán que aplazar y de pronto es por otro largo periodo.

El consorcio encargado de la construcción, incumplió nuevamente. La interventoría tampoco aparece. Ante esa situación, y con el desespero sin saber qué más explicaciones entregarle a los padres de familia, los profesores decidieron invitar al secretario de Educación Municipal, Juan Manuel Rodríguez, para que sea él, directamente, quien le informe a la comunidad estudiantil, dónde van a empezar clases los cerca de 1.500 estudiantes que al la fecha están matriculados. La cita está programada para este miércoles 18 de enero a las 8 de la mañana en la sede del colegio.

• Puede leer: En Ibagué al menos 8 colegios inician con presencialidad alternada

“Es importante que el señor Secretario de Educación le informe a la comunidad dónde vamos a trabajar a partir del 23 de enero, y que también se aclare  cuál es el motivo del porqué no se entregó el colegio en los plazos acordados”, expresó el docente Javier Morales, en calidad de veedor de la institución. 

De aplazamiento en aplazamiento

Inicialmente el colegio estaba para ser entregado el 24 de agosto de 2022, después el consorcio pidió un nuevo plazo de entrega para el mes de noviembre, tampoco cumplió, el nuevo plazo de entrega de la obra terminada lo fijó para el 29 de diciembre pasado. Esa fecha, por supuesto, tampoco se dio. 

De acuerdo con información suministrada por algunos padres que han acompañado el proceso, ha surgido un inconveniente mayúsculo que tiene que ver con el suministro de energía, al parecer el consorcio no tuvo en cuenta o se hizo el desentendido, que las nuevas instalaciones requerían de un transformador de mayor capacidad. Ahora, frente a este otro inconveniente, ni el FFIE ni el consorcio se ponen de acuerdo, quién tiene la responsabilidad de solucionar ese impase. 

• Lea también: Martha Alfonso desnudó ineficiencia del FFIE

Pero no es solo el problema de la energía, es también la dotación y los espacios para deporte y recreación. En las antiguas instalaciones el colegio contaba con dos canchas de baloncesto y una de microfútbol, al parecer el consorcio descargó todo el material de construcción en las canchas y existe el temor que se hayan presentado daños. De ser así, el consorcio debe responder. 

Todos estos interrogantes son los que el Secretario de Educación debe responderles este miércoles a unos padres de familia que acudieron con alegría y con expectativa a matricular a sus hijos. Lo cierto es que hoy, los cerca de 1.500 estudiantes matriculados tienen un presente incierto, no saben en qué lugares los van a meter y hasta cuándo podrán regresar a las nuevas instalaciones que desde hace años se merecen.

• Le puede interesar: Colegio La Sagrada Familia, potencia deportiva en Ibagué