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¡No sean hipócritas, salgan del closet…!

¡No sean hipócritas, salgan del closet…!
Por Humberto Leyton

[LetraCapital Letra="E"]l escritor, poeta y dramaturgo de la Inglaterra victoriana  Oscar Wilde, pagó cárcel y realizó trabajos forzados por reconocer su condición de homosexual, Walt Whitman, uno de los mejores poetas estadounidenses de toda la historia (1819-1892), también hizo lo propio en una sociedad falsamente moralista.

 

Y para no seguir citando personajes mundiales en todas las actividades y profesiones, que han tenido el valor, el carácter  y la entereza de manifestarse tal y como son, acudamos al conocido escritor colombiano Gustavo Álvarez Gardeazábal, cuando en plena campaña electoral quisieron arrinconarlo por sus preferencias sexuales y respondió: “Yo no voy a gobernar a Tulúa con el culo sino no con la cabeza”, y según los comentaristas políticos de la época, esa respuesta catapultó su victoria.

 

Imposible olvidar la frase de Brigitte Luis Guillermo  Baptiste, la transgénero, reconocida experta en temas ambientales y biodiversidad, directora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alenxander von Humboldt: "Rompí el molde de ser hombre".

 

Pero si quieren profundizar en el tema, pueden leer o releer  Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, para que recuerden la pasión con que amaba el emperador a su amante, y demás secretos y deseos de algunos romanos y también griegos por personas de su mismo sexo. Esto del homosexualismo no es nuevo en ninguna actividad humana mucho menos en la política. Pasando a la actualidad, nada mejor que citar el caso reciente de las mejores congresistas, la  senadora Claudia López y la mejor representante a la Cámara Angélica Lozano, según la firma encuestadora Cifras y Conceptos, ambas lesbianas, ambas pareja que lo han reconocido ante todo el mundo.

 

Entonces, ser homosexual no es una enfermedad ni un pecado, es una elección individual de cada persona, que comprende emociones, sentimientos afectivos hacia individuos del mismo sexo, que los heterosexuales deben respetar y reconocer. Son tan inteligentes y tan normales como el resto de personas, como queda ampliamente demostrado.

 

En este contexto, hay que entender las afirmaciones que hizo hace unas horas el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, en una reunión de la Sociedad de Invidentes de Ibagué, donde invitó a ciertos dirigentes político-administrativos a salir del closet y presentarse tal como son, sin hipocresías y sin engaños.

 

Para nadie es un secreto que quienes quieren dar clase de moral, de ética y de sanas costumbres desde los puestos públicos o privados, tiene más cargos de conciencia que la parábola del fariseo y el publicano (Lucas 18:9-14), y para no salirnos de esta tónica, recordemos a Mateo 23:26, en los sepulcros blanqueados: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”.

 

La Biblia nos releva de continuar argumentando en este tema; sin embargo, en un acto propio de defensa, entendemos que el alcalde Jaramillo se canso de aguantar, insultos, improperios, calumnias, mentiras, agravios, bellaquerías; no aguantó más a esta camarilla que desde la oscuridad o abiertamente viene conspirando permanentemente, desde que asumió el cargo, no solo contra su nombre sino contra su obra de gobierno y la administración municipal.

 

Jaramillo no es ningún bobo, es un verdadero animal político, tiene la experticia y el conocimiento suficiente de sus enemigos y les conoce sus debilidades y, precisamente a eso acudió, a desnudar su hipocresía en su legítima defensa cuando afirmó: “Aquí hay mandatarios que son homosexuales y no son capaces de decir que lo son, que andan con chinos para todas partes”, una verdad más grande que la catedral de Ibagué, que todos conocemos y sabemos, pero que solo la murmuramos a hurtadillas, en charlas sociales o en mesas de café.

 

Para mantenerse informado más ampliamente sobre la Sociedad del Anillo de nuestra región, basta con estacionarse un momento en el palo de mango y escucharemos los últimos confidenciales de esta secreta ¿o ya pública? ‘sociedad’, donde algunos mozalbetes, a cambio de contratos, tienen que ofrecer favores sexuales.

 

¿Entonces de qué estilo camorrista, pendenciero, peleador o bravucón, nos vienen hablar? Cuando se está diciendo una verdad que incomoda a una secta de homosexuales hipócritas.

 

Al igual que el alcalde Jaramillo, reconocemos y valoramos a quienes asumen sin tapujos su verdadera condición sexual. Sabemos el arrojo y la valentía que tienen de afrontar una sociedad pacata y llena de prejuicios religiosos; pero así mismo, entran a la galería de los grandes, de los transparentes, de los que asumen posiciones sin engaños ni falsedades.

 

Vale más un homosexual libre y empoderado de su condición humana, que un maricón vergonzante escondido en un escritorio oficial.

 

¡No sean hipócritas, salgan del closet…!

 

(Audio: Guillermo Alfonso Jaramillo)

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