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¡NO! – lo dude por favor, el camino es la PAZ
Lic. en educación con énfasis en Ciencias Sociales
Mg. en Territorio, Conflicto y Cultura
[LetraCapital Letra="A"]ntes de aventurarme en este oficio, mi mente producía preguntas que causaban miedo ¿será que si existen personas que les interese leer lo que uno tiene por escribir? o peor, ¿existen personas que les interese leer, en una sociedad cada vez más convencida de medios dinámicos y audiovisuales? Hoy, después de algunos días de haber circulado esa opinión, parece que la respuesta es sí. En mi muro aparecieron varios “vistos”, (los amigos y familiares no cuentan, ellos respaldan lo que uno hace), solo espero que la hayan leído, aparte de eso, parece que sí hubo otras personas que leyeron.
En el capítulo anterior, mencioné varios aspectos, como un estuche lleno de cosas, era casi lógico que dentro de estas cosas, llamara la atención temas que en este momento son coyunturales, como lo que escribí sobre la paz …tal vez me recuerden en frases como: “ahora todo es Paz, la palabra “paz” se convirtió en la fórmula perfecta para asegurar el “recurso”, la financiación … a muchas instituciones no les preocupa la paz, les preocupa quedarse por fuera de los enormes recursos que vienen para el posconflicto”.
Si esto es cierto, muchos de ellos deberían estar más preocupados, teniendo en cuenta los resultados del plebiscito. Algunos tristes, otros alegres, unos sorprendidos, otros con rabia y algunos más incrementaron su ego y orgullo. La cosa es evidente, en el Tolima gano el NO y en Ibagué, la ciudad que conglomera la mayoría de la población tolimense, el NO, se hizo notar con un 60% sobre el SÍ, por poco y lo dobla. ¿Qué significa esto? ¿Qué no queremos la Paz? No creo, para mí, lo que significa es algo que ya había afirmado “somos una ciudadanía mediatizada, presa de la opinión”.
No podemos seguir afirmando mentiras. Es un sofisma afirmar cosas como: “se pronunciaron las mayorías”, “la democracia triunfó”. Según los resultados el índice de abstinencia fue del 62,5 %, ósea, de cada 10 colombianos que podían votar 6 no lo hicieron, eso, sí es una mayoría. Segundo, seguir creyendo que la decisión fue “democrática”, es masoquismo. La democracia es un sistema de gobierno que no representa los intereses de todos, por ejemplo, en la antigua Grecia, ejercían la democracia los ciudadanos, y estos eran los hombres, quedaban allí excluidas las mujeres.
En la actualidad la democracia la ejercen “aquellos que pueden votar” quedando excluidas otras voces, que en una decisión como la del plebiscito debieron tenerse en cuenta o ¿dónde quedan, en una decisión tan contundente, los militares y policías? A estos se les quitó este derecho hace muchos años, estoy de acuerdo, pero el plebiscito ¿Acaso ellos no tenían derecho a responder la pregunta por la paz?, ¿acaso se nos olvidó que estos son actores reales del conflicto armado, protagonistas reales de la guerra?, ¿será que policías y militares, si quieren continuar en los caminos de la muerte?, no sabemos a ciencia cierta que esperan, algunos querrán continuar el conflicto armado, porque de acabarse, se les acabaría la prima de orden público y esa platica era una ayudita en las bajas condiciones de vida de algunos soldados.
Otro sector, son los niños, niñas y adolescentes ¿por qué su voz no es válida? Estos sectores poblacionales, cuentan en la actualidad con derechos, políticas, que los protegen y reconocen como actores sociales. Escucho a diario políticos jactarse con la defensa y promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, entonces ¿por qué no se les tuvo en cuenta en el plebiscito? Luego, a ellos ¿el conflicto armado nos los afecta? ¿No tenían derecho a votar?
En un ejercicio de plebiscito pedagógico paralelo, que se hizo con los niños y niñas, el SI ganó rotundamente sobre el NO. Definitivamente, no, no, y no, en Colombia para que algo sea democrático falta mucho trecho. En conclusión, de 10 colombianos, solo la mitad puede votar, de los cuales solo 2, lo hicieron, uno voto por el sí y otro por el no, es decir, UNO, terminó decidiendo por los diez, eso mi gente linda, ni es mayoría, ni es democracia.
Me sorprende cómo este episodio, pone al descubierto las verdaderas intenciones de unos pocos, ignorancia, rencor, oportunismo, cinismo. Cómo es posible que después de la elección, salgan a vociferar como se hizo la campaña del NO, mostrando sus “tácticas”, engaño, confusión e ira, y en Colombia, no pase nada. Me molesta que ahora sí, muchos decidieron salir a marchar, acampar, sobre todo estudiantes, pero, si son tantos como se ven en las plazas, ¿Dónde estaban el día de la decisión?, porque de cada 10 de ellos, 6 no salieron a votar, eso muestra el resultado. Me sorprende como algunos “pastores” siguen utilizando el nombre de Dios, para justificar acciones, que nada tiene que ver con el propósito de Dios, el amor. Tanto que estos “cristianos”, critican a la iglesia católica, y terminan repitiendo oscuros pasajes de la historia, como la ideología que rodeó las cruzadas en la edad media.
Pero lo triste, es la ignorancia, no sabemos de historia, no conocemos de procesos, no tenemos ni idea que fue Casa Verde, donde queda Marquetalia, que diferencia existe entre paramilitares y guerrilleros, que es un terrorista, qué diferencias hay entre FARC, EPL, ELN y M-19, quienes eran la Unión Patriótica, no entendemos la diferencia entre comunismo y gobierno, no sabemos que fue la revolución cubana, ni comprendemos el fenómeno venezolano, incluso creemos que Dios tiene un partido político.
No tenemos ni idea de cuánta tierra hay en Colombia, quienes en realidad la tienen, cómo la adquirieron, es más, ni siquiera conocemos Colombia, excepto por internet. Perdimos la noción de la proporción, pues creemos que 10 le ganan a 200, que uno es igual a un millón, que manzanas, peras y melocotones son iguales, que una hora es igual a 52 años. Nuestra mayor vulnerabilidad la ignorancia y el hambre, porque nos ponen en situación de riesgo, al vaivén de la opinión, a la mano del comprador, a la sombra del medio.
La falta de comunicación y desinformación, sigue siendo el cuello de botella de la sociedad colombiana. Porque, es tan extraño entender que lo del SI y el NO, fue lo mismo que pasó hace 50 años cuando se separó la gente entre AZUL y ROJO. “confunde y reinaras” sigue siendo el imperativo categórico de la politiquería, oportunista, que se aliena al mejor postor y pastor, bajo el amparo de un discurso moral que no existe, en defensa de una “restauración moral”, el mismo discurso que utilizaron algunos hace 50 años, para exterminar, acabar y silenciar voces. Hoy creo, que el director de “Games of Thrones”, debería sacar una temporada aquí o incluir unas familias más en la serie.
Entonces, en este mar de cosas ¿qué es la PAZ?, es algo tan complejo, que no se puede capturar en unas simples palabras. No podemos seguir confundiendo, PAZ y conflicto armado, reducir PAZ, a un acuerdo entre dos sectores o a iniciativas que buscan solo financiamiento. PAZ, no es que salgamos a la calle y evitemos al otro bajo el amparo de una falsa “tolerancia”.
La PAZ no es una ausencia del conflicto, como lo han permeado varias personas, concebir un estilo de vida sin el conflicto, es concebir una vida sin ningún tipo de dificultad, la PAZ no es vivir en el idilio de la ausencia, sino saber vivir con lo otro y el otro, en una constante de dificultad y construcción, como ya lo había percibido Zuleta, cuando escribió “En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo”(Elogio de la dificultad). La PAZ no es un estado final, sino una constante que se elabora en la incertidumbre de la relación, no es un resultado, es una cosmovisión, un estilo de vida, una manera de ser y actuar. Por eso cuando salgas a la calle, la próxima vez, por favor, NO, lo dudes más, la paz es el camino.
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