El auge de las motos en Colombia se ha convertido en una tragedia silenciosa que cobra más vidas que la propia guerra. Con una tasa de siniestralidad vial de 15.5 muertos por cada 100,000 habitantes, el país ostenta el triste récord entre los 35 países evaluados por el International Transport Forum.

En el Tolima, las estadísticas del 2023 hasta noviembre revelan una compleja realidad, donde los motociclistas son los principales protagonistas de accidentes de tránsito, dejando a muchas familias en luto. Los altos costos del transporte público han impulsado la adquisición masiva de motos, superando considerablemente el número de automóviles en las carreteras. Este fenómeno, catalogado como un problema de salud pública, requiere atención inmediata en los Planes de Intervención Colectiva, PIC.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las motos constituyen más del 70% del parque vehicular en Colombia y representan más de la mitad del tráfico. Además, el número de motociclistas fallecidos supera el promedio mundial, según el mismo informe del International Transport Forum.

En Bogotá, la capital con diez millones de habitantes, la reciente encuesta de movilidad del 2023 revela un aumento del 19% en los viajes diarios en motocicleta en los últimos cuatro años, alcanzando la cifra de 887,000. Sin embargo, este aumento también se refleja en un incremento de las muertes por siniestros viales, siendo alrededor del 40% de las víctimas fatales motociclistas, quienes frecuentemente exceden los límites de velocidad, según la Secretaría de Movilidad de Bogotá.

• Puede leer: En plena Navidad falleció motociclista en la vía Ibagué - Cajamarca

En el Tolima más del 50% de los fallecidos en accidentes de tránsito son motociclistas.

En el Tolima, hasta noviembre del 2023, se registraron 307 ciudadanos fallecidos en accidentes de tránsito, siendo 186 de ellos motociclistas, 57 peatones, 20 ciclistas, 10 usuarios de transporte de cargay 27 personas usuarios de vehículos individuales.. Aunque hubo una leve reducción en comparación con el 2022, la cifra sigue siendo preocupante, especialmente en octubre, el mes con el mayor índice de siniestralidad, y los municipios de Guamo, Lérida, Ortega y Flandes lideran en accidentes.

La falta de un transporte público eficiente ha impulsado la compra masiva de motos, y la regulación insuficiente ha contribuido a una preocupante siniestralidad vial. La laxitud en los requisitos para obtener la licencia de conducción de motos y el exceso de velocidad son elementos evidentes en esta crisis, según expertos como Darío Hidalgo, profesor de transporte de la Universidad Javeriana.

El problema se agrava con la resistencia de los llamados "moteros" a cualquier tipo de control, convirtiéndose en un notable grupo de presión. A pesar de los esfuerzos de algunos alcaldes, la falta de restricciones a las motos persiste en muchos lugares de Colombia.