Saludable para la política que figuras nuevas como los tres candidatos alternativos a la alcaldía de Ibagué, aparezcan de manera reiterada reunidos tratando los problemas más sentidos de la ciudad y buscando soluciones para los mismos. También, anunciando los buenos propósitos de unidad y de trabajar por una candidatura única para las elecciones regionales del próximo 29 de octubre. Siempre el diálogo será la mejor opción para todo y más en la política

Sin embargo, estas fotografías reiterativas publicadas en las redes sociales de los candidatos del MAIS, la Alianza Verde y el partido Liberal, hasta el momento, no pasan más allá de un registro social con mensajes encantadores de anhelos de unidad que no se reflejan en la práctica.

Consideramos que el tiempo corre y se hace necesario que estos encuentros dejen resultados concretos. Se nos ocurre que Hincapié, García y Delgado, deben suscribir un documento donde se enmarquen los puntos fundamentales de las propuestas de gobierno y las soluciones que proponen a los graves problemas de la capital del Tolima. De otra parte, establecer un protocolo y fijar reglas de juego a las que se acogen para llegar a una candidatura única: consulta popular, encuesta o un acuerdo por consenso.

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De todas maneras, a estas importantes y cordiales reuniones que sostienen alrededor de un tinto, los candidatos deben llegar a puntos mínimos de acuerdos que permitan ir clarificando la mecánica política y, así, enfrentar unificadamente la maquinaria burocrática y corrupta del alcalde Andrés Fabián Hurtado. Esto implicaría que, bajo ninguna circunstancia, el candidato escogido debe caer en la trampa de participar en una tal consulta interpartidista donde figuren los candidatos de la alcaldía (Johana Aranda y José Barreto); el candidato alternativo debe hacer presencia en una consulta del Frente Amplio, donde participen candidatos con intereses comunes o similares. No se puede mezclar el agua con el aceite, mucho menos, avalar una administración contra la cual se está luchando, o candidaturas a otros cargos con las cuales no se esté de acuerdo.

En consecuencia, Marco Hincapié, Renzo García y Camilo Delgado, deben hacer sus charlas más fructíferas, sacarles más jugo, dejando mensajes más claros y concretos donde se pueda pasar de la teoría que se va volviendo apática, abandonando el juego de las palabras bonitas y altisonantes, y que los apretones de manos se conviertan en llamados de lucha para derrotar el mal gobierno que rige los destinos de Ibagué.

Adenda.

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Mauricio Jaramillo y “el candidato de mi partido”.

El mensaje que envió este viernes el candidato a la gobernación del Tolima, Mauricio Jaramillo para decir que no tiene alianza con ninguna candidatura a la Alcaldía de Ibagué y que la “decisión es mantener la neutralidad frente a las opciones que se presenten, incluido el candidato de mi partido, Camilo Delgado”, aparte de producir desconcierto, deja un sinsabor que merece mayores explicaciones del candidato liberal.

Cómo así que el candidato por el partido Liberal a la Gobernación del Tolima, diga que es neutral ante el nombre del único candidato oficial por el liberalismo que hay a la Alcaldía de Ibagué y que se llama Camilo Delgado.  

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Confusa, ambigua, ambivalente, mejor dicho, cabrían todos los adjetivos existentes sobre este nuevo yerro del candidato a la Gobernación del Tolima, Mauricio Jaramillo. Si se refiere a Delgado como “el candidato de mi partido”, qué espera para no apoyarlo de manera inmediata. Muchas interpretaciones podrían derivarse de esa afirmación, por ejemplo, que a Camilo Delgado le podrían repetir la dosis del 2019, cuando el apoyo que recibió fue de dientes para afuera.