[LetraCapital Letra="T"]odo quedó aplazado para el domingo en el juego de vuelta en el Campín. En 90 minutos, que demuestran la mediocridad del fútbol colombiano, ni Tolima ni Santafé merecieron irse en ventaja y prefirieron aplazar la definición. Muy triste creación del inflado albirrojo y el Tolima mostrando que ante la falta de técnica y creación llega más como fruto del empeño y las individualidades. Costas leyó mejor el partido que Gamero.

La primera parte mostró las dos caras que se esperaban, la historia prevista. Tolima atacando por ambos flancos con las parejas Delgado Pérez por derecha y Alzate Banguero por la izquierda, Vargas Rodríguez como los que debe hacer enlace o finalizar jugadas.

No dio los resultados esperados en cuanto a opciones de gol con una sola excepción y fueron realmente los tiros de esquina los que llevaron a jugadas de peligro donde Torijano de cabeza y Vargas desde el piso no supieron finiquitar.

Santafé se dedicó a hacer lo que le ha dado resultados en el torneo y es defenderse esperando y entrar a contragolpear cuando falla en el pase el contrario, pero no llego con jugadas expeditas al marco de Silva. En una de esas entregas fallidas de Tolima llegó con Osorio Botello y gracias a Silva el balón no terminó dándole la ventaja al visitante. El negocio al cierre favorecía al equipo bogotano que confiaba mucho en su localiza del próximo domingo. Tolima dominio de balón pero con poca efectividad, Santafé haciendo su negocio.

En los últimos 45 la película no fue muy diferente pero el visitante tuvo más dominio evitando que Tolima le llegara a su área, tanto así que tardó el equipo de Gamero 35 minutos en disparar en directo arco de Castellanos. Mucho centro y fallas de Delgado que inexplicablemente un equipo radial lo declaró como el mejor del partido. Qué partido estarían mirando?.

Vargas fue el mejor en el primer tiempo y se perdió en el segundo además de ganarse una amarilla que lo dejo por fuera de la final. Alzate no ha podido volver a ser el mismo y Ángelo se diluyó en medio de las defensas contrarias. No hay que comentar en cuanto al trámite final que vuelve a darle la razón a los que no van a los estadios por el mal espectáculo.

Lo bueno: Todavía queda abierta la opción de hacer algo en Bogotá. La defensa y la media paro bien toda opción de los delanteros santafereños. Obryn y Quiñones mostraron que pueden aportar al ataque.

Lo malo: La salida de Vargas por acumulación de amarillas que lo saca de la final. El aporte nulo de Pérez. Delgado volvió a ser el lateral de centros inocuos, sin desborde. Rodríguez no logra a puro cuerpo ganar el área. Puede haber mucha táctica y mandato técnico, pero no hay quien desarrolle las órdenes.

Todo se define a partir de las 4 y 30 de la tarde en el Campín donde a Tolima no le ha ido mal y se jugará con el afán de Santafé de demostrar su supuesta alta superioridad a la que la crónica deportiva bogotana lo ha exaltado y que hoy no se demostró en Ibagué.

Gamero espera contar con Montoya y se la juega toda pero tomará las precauciones del caso para no llegar al punto que le ha permitido llegar a donde está. Los fatídicos doce pasos. Pero a esta altura hay una sola verdad, ni el de Costas ni el de Gamero son más que Nacional y es una verdad pese al desastre en el mundial de clubes.