La jornada electoral del 29 de octubre dejó grandes perdedores en el Tolima. Si bien no todos los candidatos pueden ganar, algunas derrotas hicieron mucho más ruido que otras. 

El gran derrotado de la jornada fue el dirigente del Partido Liberal, Mauricio Jaramillo. Terminó de sepultar al partido que otrora fue hegemónico en el Tolima. 

Pese a la revocatoria de su candidatura, Jaramillo insistió en ir hasta el final en la disputa de la Gobernación del Tolima. La derrota fue estruendosa: 86.000 votos, que corresponden apenas al 14 % de la votación total. Adriana Magali Matiz, la gobernadora electa del Tolima, le sacó una ventaja apabullante (352.000 votos).

Como si fuera poco, en un departamento históricamente liberal, Jaramillo apenas pudo poner tres alcaldes en los 47 municipios que tiene el Tolima: Carmen de Apicalá, Icononzo y Piedras. Perdieron poblaciones con gran arraigo liberal, como Líbano, donde apenas el candidato a la Alcaldía logró la pírrica cifra de 1.544 votos, igual ocurrió en Chaparral, Coyaima, Natagaima, entre otras. 

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Con las recientes elecciones, los liberales confirmaron su debacle y quedaron reducidos a actores de reparto en el tablero político del departamento. El único premio de consuelo que les quedó fue sostener sus dos curules en la Asamblea del Tolima y las dos que completaron en el Concejo de Ibagué, probablemente para poder negociar puestos burocráticos con la alcaldesa electa Johana Aranda. 

Otro de los grandes derrotados fue el senador conservador Miguel Barreto, cuyo hermano José Barreto, candidato a la Alcaldía de Ibagué escasamente sacó 11.102 votos, no pudo sacar concejal en Ibagué, ni diputado a la Asamblea del Tolima y ni un alcalde. Esta situación le complica las aspiraciones al congresista, en caso de que aspire a una a una reelección, pues lo deja sin mayor capital político ni representación en los cargos de elección popular en el departamento.  

Entretanto, Jorge Bolívar, candidato del Partido Conservador a la Alcaldía de Ibagué, perdió por cuatro mil 500 votos, pero aumentó en más de 30 mil votos, la pasada elección del barretismo en la capital del Tolima, que fue de un poco más de 40 mil votos. Además, hay que tener en cuenta que este candidato el único apoyo que tenía era la estructura del senador  Óscar Barreto, mientras que la candidata del alcalde Johana Aranda, además de tener toda la maquinaría de la administración municipal, contaba con el apoyo de partidos y movimientos como el Centro Democrático, el partido de la U, ADA, MIRA, un sector del partido Liberal,  y Creemos, entre otros. 

Por lo tanto, muchos consideran que, pese a perder la alcaldía de Ibagué, Bolívar jugó un papel importante que lo deja bien posicionado, en caso que quiera aspirar dentro de cuatro años a la alcaldía de Ibagué. 

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Ahora Bolívar parece destinado a regresar a la Gobernación del Tolima. La gobernadora Matiz ya le ofreció trabajar con ella, probablemente como secretario de Salud del Tolima, cargo que ocupó en el pasado. 

Otra de las reflexiones que dejan las elecciones de este domingo 29 de octubre, es que la organización que lidera el senador Óscar Barreto ganó 30 alcaldías, cinco curules en la Asamblea del Tolima y cinco en el Concejo de Ibagué. Su victoria fue apabullante. Sin embargo, perdieron la 'joya de la corona': Ibagué. 

También hizo mucho ruido la nueva, reiterada y anunciada derrota de Ricardo Ferro. En su tercer intentó por llegar a la Alcaldía de Ibagué fracasó estruendosamente. Apenas consiguió 7.380 votos (el 3 %). 

Quien alguna vez sacó casi 65.000 votos y estuvo cerca de ser alcalde de Ibagué, quien llegó a la Cámara de Representantes, ahora ve apagarse su carrera política. Cada vez se le ve más solo en el panorama político.