La malla vial de Ibagué sigue siendo uno de los mayores lunares de la ciudad, con calles llenas de huecos que sirven como depósitos de agua y generan malos olores, asfalto agrietado y el uso de escombros en un vano intento por hacer traficables senderos totalmente deteriorados.

#Ibagué 🙅🏻‍♀️🙅🏻‍♂️ | “Estamos cansados de que esto parezca escombrera municipal”. Denuncian estar exhaustos de solicitar el arreglo de una calle que ha tenido que llenarse de escombros para poder ser transitada, pero la @Alcaldiaibague hace oídos sordos.
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— El Cronista.co (@cronistaibague) April 11, 2024

En este caso, los habitantes del barrio Rincón de Piedra Pintada, ubicado cerca de la calle 60 y la Carrera Quinta, afirman estar desesperados con una calle que lleva años sin recibir ningún mantenimiento y la cual está afectando el comercio de la zona e incluso provocando accidentes como el reciente hundimiento de una camioneta.

“Desde muchos años luchando por el cambio de la red de alcantarillado, haciendo caso omiso a nuestras peticiones los entes gubernamentales, como si no pagaríamos impuestos de nuestras casas, vehículos, sobretasa a la gasolina y mantenimiento de alcantarillado, esto sucede en unas de las calles de la Milla de Oro en Ibagué, en el barrio Rincón de Piedra Pintada”, afirman.

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Los residentes de la zona, en su último intento por ser escuchados por los entes gubernamentales, escribieron una carta dirigida a Juan Arturo Gutiérrez, gestor social de Ibagué y esposo de la alcaldesa Johana Aranda, añadiendo que tienen que “caminar como avestruces” para entrar a sus residencias. 

“Juan Arturo, con el respeto que merece, solicitamos que usted y su señora esposa nos escuchen. Desde el 2012, reclamando un derecho con peticiones y las han engavetado. Creo que esto es falta de respeto con la comunidad de Piedra Pintada. Nos toca caminar como los avestruces con esa vibra de huecos que tenemos en la milla de oro. Es vergonzoso. Se aproximan las fiestas de junio, llega mucho turista en este sector y lo primero que se evidencia son los cráteres”, se lee en el texto.

Por otro lado, denuncian que el IBAL certificó que la red de alcantarillado de su zona colapsó; sin embargo, solo cambiaron la mitad de la misma y el resto quedó pendiente. En su desespero por ser escuchados y al no recibir respuesta a sus llamados, escribieron al gestor social lo siguiente: “Juan Arturo, dime a quién hay que hacerle antesala o la venia para que nos escuchen como mujeres que habitamos en este sector. He llamado, no contestas. Ya se nos agotó la paciencia de tantos escritos reclamando, esperamos que tome atenta nota a nuestra petición, que nuestra alcaldesa escuche el género a que ella perece”.

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Finalmente, señalan que el paupérrimo estado de la vía provoca accidentes viales como el hundimiento de vehículos y el dificultoso paso del carro de Interaseo y sus operarios.