La problemática de la mala disposición de residuos en los barrios y avenidas de Ibagué ha generado una creciente preocupación entre los residentes. La falta de compromiso con el entorno urbano y la falta de denuncia por parte de los vecinos frente a esta situación son aspectos que no solo generan malestar, sino que también contribuyen al deterioro del paisaje urbano y la calidad de vida de la ciudadanía.

La fotografía adjunta a esta nota evidencia cómo, sin importar la frecuencia de vecinos en el lugar, se continúa depositando muebles y desechos de obra en las calles, en lugar de disponerlos adecuadamente para su recogida por parte de los servicios autorizados, con los costos correspondientes. Esta práctica no solo viola las normativas locales, sino que también conlleva consecuencias como la inseguridad, la proliferación de roedores y la presencia de animales callejeros.

Alberto Ramos, residente del barrio La Gaviota, expresa su frustración ante esta situación recurrente, a pesar de los esfuerzos por sensibilizar a sus vecinos. Esta problemática no solo afecta la estética del entorno, sino que también compromete la salud y la seguridad de la comunidad.

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Es imperativo entender que la responsabilidad en la gestión de residuos no recae únicamente en las autoridades locales o en los servicios de recolección, sino que es una responsabilidad compartida por toda la comunidad. Vivir en un entorno limpio y seguro es responsabilidad de cada ciudadano, y es fundamental promover una cultura ciudadana que fomente el cuidado del espacio público y el respeto por el medio ambiente, indicó Gloria Ramírez, residente de la Pola.

En este sentido, la colaboración activa de todos los sectores de la sociedad es esencial para abordar este problema de manera efectiva. La conciencia colectiva y la acción ciudadana son clave para transformar nuestras calles en espacios limpios y saludables, donde podamos vivir con dignidad y orgullo. 

En última instancia, todos compartimos la responsabilidad de preservar y proteger nuestro entorno urbano, porque, como señaló ElCronista.co Roberto Robayo del Jordán tercera etapa, ¿a quién le gusta vivir en un basurero? La respuesta es clara: a nadie. Por lo tanto, está en nuestras manos hacer la diferencia y trabajar juntos por un Ibagué más limpia y sostenible.