Algunos sectores políticos le han restado importancia y están convencidos que el Estado colombiano los derrotará más temprano que tarde. Amanecerá y veremos.

La realidad monda y lironda, sin ser aves de mal agüero ni menos entrar en estados de pesimismo obcecado o de pánico extremo, es que se avecinan tiempos difíciles.

El parte de tranquilidad, lo dan los excombatientes de las Farc que en cabeza de su líder político Rodrigo Londoño ha manifestado su incondicional cumplimiento a fin de  mantener el Acuerdo de La Habana.

El Tolima que ha sido a lo largo de la historia, uno de los departamentos más golpeados por la violencia, desde luego,  no  puede estar tranquilo con este anuncio. Para nadie es un secreto que después de la dejación de armas por parte de las Farc, en los municipios del Tolima se empezó a respirar un ambiente de tranquilidad.

El propio Iván Márquez, quien al parecer se erige como el jefe de esta agrupación insurgente, en la lectura del documento donde anuncia el surgimiento de las nuevas Farc, hace alusión al renacimiento de la segunda Marquetalia, en una alusión obvia a las montañas del sur del Tolima donde nacieron primigeniamente. Esto nos indica que esta región, lamentablemente, continuará expectante al desarrollo de los acontecimientos futuros elevando plegarias al cielo para que esta tierra no vuelva a sufrir el flagelo de pasadas violencias.

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Ya en un balance del primer año del gobierno de Iván Duque, haciamos alusión de la ambigüedad del gobierno en el manejo de los acuerdos de paz, y ahora la situación se torna más difícil e intranquila puesto que la lucha como lo han anunciado, ya no será contra policías y soldados en el monte, sino contra los responsables políticos y financieros de la violencia en las ciudades; significa esto, que las acciones armadas se trasladarán a los centros urbanos, cambiando así la táctica y la estrategia que había utilizado ese grupo armado hasta los Acuerdos de Paz de La Habana.

Por fortuna, en el Tolima se pueden mostrar dos casos exitosos en la reinserción de guerrilleros a la sociedad que son: Icononzo con artesanias y la famosa cerveza artesanal La Roja, y en Gaitania y Planadas con la producción y exportación de cafés especiales, entre otros. 

La traición que alegan a los acuerdos de de paz, quienes se rebelaron oficial y abiertamente en las últimas horas, y los propósitos de formar un nuevo gobierno acudiendo a la lucha armada, infortunadamente es la prolongación de un desangre que vivimos hace muchos años, donde no hemos tenido la creatividad ni la capacidad de resolver pacíficamente nuestros problemas internos,  porque la clase dirigente indolente y los grandes terratenientes, aliados con oscuros sectores, han hecho prevalecer sus grandes y mezquinos intereses  sobre la inmensa mayoría del pueblo colombiano.