Actualidad
El periodismo del chisme y el linchamiento
El rol del oficio más hermoso del mundo, al decir de Albert Camus, parece que algunos lo entendieron mal o lo quieren convertir en una profesión de chismes, consejas y linchamientos.
Y pensar que este tipo de periodismo sucio y de alcantarilla, se hace con fines politiqueros y perversos que obedecen a oscuros intereses de quienes han asaltado las arcas municipales una y otra vez, como los amigos y exfuncionarios del exalcalde Luis H. Rodríguez, abiertos y camuflados, que hoy posan como los más honestos y transparentes.
El objetivo de esta campaña mediática contra el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, como lo advertimos desde que se posesionó el mandatario hace más de dos años y medio, no es otro distinto que desprestigiar su nombre y la administración, para al menos, equipararla con la del nefasto Luis H. ¿Y esto por qué? simplemente porque perdieron el poder y, con ello, todas las prebendas millonarias de que gozaban incluyendo la pauta y favores publicitarios. Se trata entonces de volver a recuperar el poder perdido con otros disfraces y ropajes.
Llega a tal grado la irresponsabilidad y la falacia de los damnificados de Luis H. que Laura Bozzo o Laura de América, les quedó en pañales como dice la sentencia popular. Aquí no solo se inventan las noticias sino que en ocasiones llegan hasta las alcobas de los funcionarios y contratistas de la alcaldía a sacudirles las sabanas. ¡El celestinaje en pasta!
Este tipo del 'periodismo' del chisme, que algunos, pocos por fortuna, están practicando en Ibagué, tiene como base el rumor, el se dice, el me dijeron, el se escucha, un pajarito me contó, me llegó un mensaje al whatsaApp, un amigo que me escribe y me dice... que le pregunte... y así sucesivamente. No se dan nombres, no existen fuentes identificables, menos una prueba de lo que afirman, muchos menos confrontación ni contextualización de la información, se trata de especies e infundios que lanzan al aire para tantear si calan o cuántos caen en la trampa. La manipulación rampante.
A ello se le agrega el linchamiento a que quieren someter a los funcionarios, especialmente al alcalde Jaramillo. Casos patéticos los recientemente vividos como la audiencia de formulación de cargos contra el mandatario local por el caso del alumbrado navideño de 2016, donde ha sido notaria la falta de objetividad e imparcialidad de algunos 'periodistas', especialmente de Rubén Darío Correa, director de noticias de La Cariñosa (RCN), para tratar el tema con ecuanimidad.
Añadimos, además, las indebidas presiones que desde estos micrófonos se hacen a la Fiscalía para tomar decisiones que complazcan los deseos e intereses del director y sus amigos. ¿Nos preguntamos: Tuvieron la misma beligerancia y el mismo tratamiento cuando la administración de Luis H. se estaba robando a Ibagué? ¿Por qué guardaron silencio cómplice cuando estaban saqueando a el tesoro de la ciudad?
(Le puede interesar: ¿El predialazo o la resurrección de Luis H.?)
Dentro de las tantas denuncias, sindicaciones y acusaciones que se han formulado a través de dos o tres medios contra la Administración Municipal, la única que realmente investiga la Fiscalía con algún acerbo documental es precisamente la del alumbrado navideño, el resto son más verdades a medias, invenciones, suposiciones y chismes que verdades y realidades.
En esta escuela se le da más preponderancia a los cuentos, patrañas o escándalos de poca monta, muchos de ellos del límite exclusivo de la vida privada de las personas, que a los problemas reales de la ciudad. Valga citar algunos casos: la supuesta escena de celos que una esposa o compañera de un contratista de la alcaldía le hizo supuestamente a una compañera de este en un escenario deportivo; el funcionario de la Alcandía que presuntamente citaba a las que aspiran a un contrato a su apartamento; el bochinche que armaron con el caso de unos contratista de la alcaldía que supuestamente con algunos tragos en la cabeza quisieron hacer a las autoridades el consabido cuento de ¿"Usted no sabe quién soy yo"? Mostrando como prueba un video donde no se observa ninguna ofensa grave ni agresión a la policía; el de las dos jovencitas que cumplían 15 años y se los celebraron en Mi Botecito, donde la policía tuvo que intervenir a solicitud de los vecinos que no los dejaban dormir. El escándalo duro hasta cuando entrevistaron al padre de una de las quinceañeras y este dijo que quienes le habían alquilado el salón de fiestas, los habían estafado puesto que el establecimiento no tenía licencia para funcionar. Y más aun, cuando mencionaron al empresario Henry Escobar, como dueño del sitio pararon el bullicio, no lo podían seguir, el nombre citado es uno de los mejores clientes en pauta publicitaria y patrocinador de algunas actividades, especialmente políticas como el llamado "predialazo", y era imposible jugar con la comida.
No nos oponemos ni estamos encubriendo al alcalde y a ningún funcionario, si son responsables de algún delito que respondan, pero quienes deben investigar y sancionar son las autoridades competentes establecidas para tales fines, no somos los periodistas los indicados para cumplir esa labor.
El rol del periodista es distinto al de la Fiscalía, los jueces y los Tribunales. No podemos desfigurar nuestra profesión. Nosotros podemos ir hasta la denuncia y la investigación periodística cierta y sustentada, los que se encargan de fallar y condenar son los jueces. Tampoco es nuestro papel presionar ni linchar a nadie.
(Puede leer: Cuando el ejercicio del periodista se desfigura).
Coletilla: Sería interesante conocer las causas del cambio súbito y diametral que ha tenido el noticiero de la Cariñosa con el gobernador del Tolima Óscar Barreto, que de gran amigo y espadachín del mandatario seccional pasa a enemigo cerril y enconado. Es un comentario que queda pendiente.
(CO) 313 381 6244
(CO) 311 228 8185
(CO) 313 829 8771