El pasado domingo 22 de octubre después de 31 años, se apagó de manera definitiva la rotativa del diario El Nuevo Día. Ese día circuló el último ejemplar impreso. Desde este lunes El Nuevo Día es solo digital.

Hay que recordar que la aparición de este periódico se dio el 29 de noviembre de 1992, un mes después de haber salido a la luz pública otro importante periódico perteneciente a la Casa Editorial El Tiempo, Tolima 7 días, que cerró sus puertas en el 2011.

El Nuevo Día, fue uno de los periódicos regionales que impulsó la familia Galvis de Santander, propietaria del grupo Vanguardia. Después de 31 años, este diario cierra sus puertas debido a que no pudo salir de la crisis económica que con más dureza golpea a los medios impresos.

“En la búsqueda de alternativas para garantizar el derecho a la información que tienen los tolimenses, hemos explorado diversos caminos. A tono con las tendencias mundiales, El Nuevo Día será digital”, decía el editorial del pasado domingo.

En un intento por mantener el impreso, el pasado 16 de mayo las directivas de El Nuevo Día anunciaron que la edición impresa a partir de esa fecha sería solo los fines de semana, lo que hacía pensar que habría impreso para rato, así fuera sábados y domingos, pero la crisis que afecta con mayor rigor a los impresos aceleró el final.

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Si bien, la crisis de los medios impresos se acentuó desde hace dos décadas, son varios los aspectos que desde la pandemia del covid ahondaron la crisis. El caos económico mundial generó un alza fuerte del dólar lo que aumentó de manera desbocada el precio del papel, materia prima para el impreso, a eso añadirle otros costos, como el de prender diariamente una rotativa o mantener una logística, que no es cualquier cosa.

Y ante esos costos exorbitantes, la pauta publicitaria que ha tenido una reducción significativa en los últimos años, no alcanza a cubrir las altas obligaciones que se tienen. A lo anterior, agregarle la pérdida de lectores del impreso, pues con una era digital cada día más sofisticada y unas redes sociales dominando el espectro, menor es el consumo de periódicos.

Se dice por ejemplo que El Nuevo Día al cierre del impreso, tenía una nómina de 63 personas, una plantilla grande que para sostenerla, no era tarea fácil. Lo cierto, la decisión que acaba de tomar El Nuevo Día va alineada al actuar de otros medios impresos del país, sobre todo, los regionales.

 Otros periódicos que en el pasado reciente se vieron obligados a cerrar la edición impresa y pasar a la digital, está La Crónica del Quindío, La Opinión de Cúcuta, El Mundo de Medellín, Q’hubo de Cali, El Espectador solo circula el impreso entre semana en Bogotá, en el resto del país solo los domingos.